El origen de las masas de pinsapos que podemos encontrar en Andalucía se remonta a épocas frías del Cuaternario, periodo de tiempo en el que la cuenca del Mediterráneo estaba jalonada de un bosque de abetos primitivos, que se había ido extendiendo desde el norte al abrigo de las bajas temperaturas.
Pero hace unos 20.000 años, el clima empezó a hacerse más suave, dando paso gradualmente a la época postglaciar en la que ahora nos encontramos y que resulta completamente diferente a la de los orígenes del árbol.
A medida que el clima se hacía más cálido, los abetos quedaron relegados a las cumbres más altas (donde las condiciones climáticas posibilitan su supervivencia), quedando aislados unos de otros y evolucionando separadamente y de distinta forma, dando lugar a las especies actuales que conforman el género Abies.
Los pinsapos en Andalucía
La consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Catalina García, ha inaugurado este jueves en Tomares, Sevilla, el ‘Foro Conservación de la Naturaleza’, organizado por Iniciativa Natura.
Durante su intervención, la consejera ha subrayado que Andalucía es hoy una de las regiones europeas más activas en la conservación de la biodiversidad, gracias a un esfuerzo sostenido de administraciones, científicos, empresas, entidades ecologistas y ciudadanía, que ha permitido alcanzar hitos históricos como la recuperación del lince ibérico (Lynx pardinus) o los avances que permitirán catalogar el pinsapo (Abies pinsapo Boiss.) como “vulnerable” y sacarlo de la categoría de “en peligro de extinción”.
“Hoy podemos decir con orgullo que hemos logrado que el lince ibérico pase de estar en peligro crítico a ser una especie vulnerable, y que estamos trabajando para que el pinsapo, símbolo de nuestros ecosistemas de montaña, dé ese mismo paso gracias a los esfuerzos colectivos y al compromiso firme de esta Consejería”, ha declarado.
Una especie a cuidar
A lo que ha añadido: “Lo que nos han demostrado los planes de recuperación y conservación cuyo origen ha sido Andalucía es que los grandes desafíos medioambientales sólo se superan con una estrategia común y bien articulada. Es decir, remando todos en el mismo sentido”.
Para ello, la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente ha puesta en marcha la elaboración del Programa de Actuación para la protección y recuperación del pinsapo durante el período 2025-2030.
El pinsapo, un abeto endémico del Mediterráneo occidental, cuenta con su principal distribución en Andalucía, en las sierras de las Nieves, Grazalema y Bermeja. Históricamente, esta especie ha hecho frente a múltiples amenazas, entre ellas los incendios forestales, el sobrepastoreo, la fragmentación de sus poblaciones, plagas y enfermedades, además de los efectos del cambio climático.
Su inclusión en el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas en 1994, dentro de la categoría de “en peligro de extinción”, fue clave para su protección y ha permitido la puesta en marcha de medidas específicas de gestión y conservación.
El nuevo Programa de Actuación 2025-2030 tiene como objetivo consolidar los avances logrados y garantizar la supervivencia a largo plazo del pinsapo y sus bosques. Entre las principales líneas de acción destacan los trabajos selvícolas y la mejora de infraestructuras de prevención de incendios forestales en los pinsapares andaluces, con el fin de reducir los riesgos asociados a estas perturbaciones y favorecer la regeneración natural de estos valiosos sistemas forestales.