Bancos centrales: abordar la pérdida de la naturaleza y el cambio climático

Publicado el: 17 de julio de 2024 a las 20:08
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La naturaleza está en crisis. Hasta un millón de especies están amenazadas por el riesgo de extinción, siendo para muchas de ellas cuestión de décadas. Ecosistemas únicos como partes de la selva amazónica están pasando de ser sumideros de carbono a fuentes de carbono debido a la deforestación. Y el 85 por ciento de los humedales, como las marismas y los manglares, que absorben grandes cantidades de carbono, han desaparecido.

Un nuevo documento de WWF destaca la importancia de que bancos centrales, reguladores y supervisores financieros aborden la deforestación y la conversión de tierras, que tienden a afectar el mercado global y la estabilidad de los precios; y recomienda acciones específicas e inmediatas para manejar los flujos financieros que son ambientalmente y socialmente dañinos.



La deforestación y la conversión son causas importantes de los riesgos relacionados con la naturaleza y el clima que pueden llevar al colapso de sistemas financieros enteros. Aún así, los bancos globales continúan destinando inversiones a actividades económicas perjudiciales, con más de $2.6 billones invertidos en actividades que dañan la naturaleza, y un estimado de $1.8 billones destinados a subsidios globales cada año.

Los bancos centrales y reguladores y supervisores financieros necesitan abordar la deforestación y la conversión urgentemente para garantizar la estabilidad financiera y de precios.



Una nueva guía, publicada hoy por la “Iniciativa para Enverdecer la Regulación Financiera” (GFRI, por sus siglas en inglés) de la organización ecologista, expone cómo el sector financiero contribuye a la deforestación y conversión de ecosistemas distintos de los bosques y solicita a bancos centrales y reguladores y supervisores financieros que establezcan políticas monetarias, regulatorias y de supervisión adecuadas para abordar los riesgos e impactos financieros derivados.

Entre las principales causas del cambio climático y la pérdida de la naturaleza está el cambio de uso del suelo, del cual el 48% consiste en la deforestación y la conversión de otros ecosistemas. La deforestación y la conversión originan riesgos físicos y de transición que afectan al sistema financiero y pueden conducir a su colapso.

Aun así, el financiamiento sigue fluyendo hacia la causa principal de la deforestación: la expansión agrícola. Según Global Canopy, en octubre de 2022, 150 instituciones financieras proporcionaron $6.1 billones a 350 empresas que están más expuestas a impulsar el riesgo de deforestación.

Las instituciones financieras responsables de asignar recursos a los sectores con riesgo de deforestación no reconocen plenamente la deforestación y la conversión como fuentes de riesgo. Esto se refleja en la falta general de esfuerzos para eliminar la deforestación impulsada por la producción de materias primas.

Los bancos centrales y reguladores y supervisores financieros deben cumplir su rol para abordar la deforestación y la conversión. Esto es un requisito fundamental para afrontar el cambio climático y los riesgos relacionados con la pérdida de la naturaleza.

Pablo Pacheco, científico de la Práctica de Bosques de la organización ecologista, dijo: “La economía global depende de la naturaleza y, por lo tanto, está expuesta a la pérdida de la naturaleza a corto y largo plazo como riesgo financiero. Es por eso que los bancos centrales y las autoridades supervisoras y reguladoras deberían internalizar los riesgos asociados con la pérdida de la naturaleza en sus políticas y operaciones monetarias”.

Maud Abdelli, líder de la Iniciativa de Regulación Financiera Ecológica de organización ecologista, dijo: “Los bancos centrales y los reguladores y supervisores financieros no están destinados a reemplazar ninguna acción gubernamental, pero deben colaborar con los responsables de las políticas y desempeñar su papel. Entre menos preparado esté el sistema financiero para adaptarse a las regulaciones y medidas que buscan detener la deforestación y la conversión, más difícil será prevenir su inestabilidad”.

Para reducir significativamente los riesgos que plantean el cambio climático y la pérdida de la naturaleza en el mercado financiero y asegurar la estabilidad financiera a largo plazo.

La organización ecologista insta a los bancos centrales y las autoridades de regulación y supervisión a:

  • Abordar los factores que impulsan la pérdida de la naturaleza y el cambio climático como parte de sus mandatos para garantizar y mantener la estabilidad de precios y los mercados financieros.
  • Tomar medidas que aborden directamente los flujos financieros destinados a las actividades económicas responsables de la deforestación y la conversión, y garantizar que las carteras financieras no contribuyan a actividades que están empeorando el cambio climático y la pérdida de la naturaleza.
  • Evaluar la deforestación y la conversión en las carteras de políticas monetarias y no monetarias para mitigar los riesgos financieros vinculados a la deforestación y la conversión.

Maud Abdelli concluyó: “Hay herramientas disponibles para comprender la exposición a la deforestación y la conversión. La integración de ambas en la regulación financiera y la política monetaria puede ayudar a modular los flujos financieros destinados a actividades dañinas para el ambiente, mitigar los riesgos financieros futuros y garantizar un sistema financiero resiliente«.