Día Internacional de la Conservación de los Anfibios 2025: el propósito de celebrar este día es el de denunciar al mundo el grave peligro de desaparecer que corren estos animales de sangre fría, debido a la pérdida de su hábitat, los desechos tóxicos, los contaminantes y el cambio climático.
Los anfibios son una especie animal de la familia de los vertebrados que presentan unas características físicas muy particulares. Su piel es lisa, ausente de escamas, también poseen cola que usan para nadar. Viven dentro del agua y respiran a través de branquias.
Una vez que se desarrollan, ya tienen pulmones, cuatro patas con membrana interdigitales y son capaces de vivir tanto en el agua como en la tierra. Respiran por la piel, son ovíparos y para alimentarse lo hacen cazando pequeños insectos. Es la única especie vertebrada que experimenta una metamorfosis.
Se cree que los anfibios se formaron de los peces hace ya unos 360 millones de años y que de allí nacieron los reptiles, para luego dar paso a otras especies evolutivas como las aves y los mamíferos que hoy conocemos.
Los anfibios cumplen un importante papel para mantener el correcto equilibrio de los ecosistemas en todo el mundo. Una de sus principales funciones es permitir que fluyan de manera armoniosa todos los nutrientes de las aguas a los sitios terrestres y que esto, a su vez coadyuve para evitar la erosión.
La contaminación y el cambio climático han sido algunos de los principales factores de la extinción de los anfibios en la mayoría de los ecosistemas que hay en todo el planeta.
Día Internacional de la Conservación de los Anfibios 2025
Hoy 27 de abril es el Día Internacional de la Conservación de los Anfibios 2025, una efeméride que se conmemora cada último sábado del mes de abril. Y que tiene por objetivo despertar el interés de las personas por estos seres vivos de enorme importancia ecosistémica, que se encuentran en franco declive por culpa del calentamiento global y las acciones antropogénicas.
Los anfibios están más amenazados que nunca por la crisis climática, de hecho, tanto ranas, como sapos y salamandras están en peligro. El cambio climático se ha convertido en el principal factor que acerca a los anfibios a la extinción, por lo que cada vez es más necesario proteger sus hábitats y reducir las emisiones de CO2. Y eso es fundamental tenerlo en cuanta justamente hoy, el Día Internacional de la Conservación de los Anfibios 2025.
Al carecer de plumas, pelos o escamas que las protejan, estas criaturas, capaces de vivir en la tierra y en el agua, son particularmente vulnerables a los cambios en su entorno. Por lo tanto, pueden deshidratarse rápidamente debido al calentamiento global o a la desaparición de sus zonas húmedas de reproducción.
Tormentas más frecuentes e intensas, inundaciones y aumento del nivel del agua también amenazan los hábitats de los anfibios. Especialmente porque estos cambios están siendo muy rápidos, lo que impide a las especies que se adapten a ellos. Y no pudiendo superar los obstáculos comienzan un declive que podría acabar en la extinción.
El 50% de los anfibios están calificados como ‘especie amenazada’
Un gran estudio de 2004 ya había demostrado que estos animales eran los vertebrados más amenazados del planeta. Una actualización de este estudio global, basado en la evaluación de 8.011 especies concluyó que la situación de los anfibios ha seguido deteriorándose y que casi la mitad ya están clasificados como ‘amenazados’(categoría que incluye especies vulnerables, en peligro de extinción y en peligro “crítico”) en la Lista Roja de la UICN.
La destrucción y degradación de los diversos hábitats está principalmente vinculada a la agricultura intensiva o la construcción de infraestructuras y sigue siendo la amenaza más común para los anfibios. Algo que debemos recordar en el Día Internacional de la Conservación de los Anfibios 2025.
El papel ahora preeminente del clima en las dinámicas negativas que afectan a estos animales constituye una gran novedad, porque según los expertos, las enfermedades y las pérdidas de hábitat fueron responsables del 91% de las degradaciones del estatus de dichas especies entre 1980 y 2004, atribuyéndole solo el 1% al cambio climático.
Cada vez más cerca de la extinción
En determinadas regiones de Australia o de Brasil, las graves sequías provocadas por el cambio climático amenazan gravemente a la reproducción de las ranas, que necesitan la humedad del suelo y de las hojas para proteger sus huevos.
Pero eso no solo sucede en regiones remotas. Aquí mismo en España estamos viendo que el sur se está desertificando a ojos vista. Y en zonas como Murcia y Almería el número de anfibios es alarmantemente decreciente.
El problema es que estos animales desempeñan un papel esencial en la cadena alimentaria, puesto que son el sustento de aves, mamíferos y reptiles. Las salamandras y los tritones son las especies más afectadas, con una amenaza concentrada en determinadas regiones como el Caribe, los Andes tropicales, Madagascar o Sri Lanka.
De hecho, hay cinco especies de salamandras que los expertos han podido comprobar que han experimentado un deterioro grave de su estado de conservación. Y ello es debido a los incendios y a los suelos menos húmedos, vinculados a las sequías que se han hecho más frecuentes e intensas por el cambio climático.
Dado que el problema lo hemos causado los seres humanos, lo lógico es que nos hagamos cargo de darle cumplida solución. No solo porque recordemos el peligro que afecta a estas especies el Día Internacional de la Conservación de los Anfibios 2025, sino porque si seguimos así acabaremos con la vida en el planeta.