Cada 14 de julio, el mundo celebra el Día Mundial del Chimpancé. Los chimpancés, nuestros primos más cercanos en el reino animal, comparten aproximadamente el 98-99% de nuestro ADN, lo que los convierte en un símbolo de la biodiversidad y un recordatorio de nuestra responsabilidad en su conservación.
Este día fue establecido por el Instituto Jane Goodall en honor a la reconocida primatóloga y conservacionista Jane Goodall, quien dedicó su vida al estudio y protección de los chimpancés en su hábitat natural en Gombe, Tanzania.
Precisamente hoy se celebra también el nacimiento de Jane Goodall, con lo que con esta curiosidad se busca sensibilizar a la población mundial acerca de las amenazas que enfrentan los chimpancés y promover acciones para su protección.
Una especie cada vez más amenazada
A pesar de su inteligencia y capacidad para aprender y comunicarse, los chimpancés están gravemente amenazados. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), los chimpancés están clasificados como en peligro de extinción. La principal causa de su declive poblacional es la pérdida de hábitat debido a la deforestación, la expansión agrícola, la minería y la urbanización. Además, enfrentan amenazas como el comercio ilegal de mascotas, la caza furtiva y las enfermedades.
Se estima que en la naturaleza existen menos de 300.000 chimpancés dispersos en África Central y Occidental, en países como República Democrática del Congo, Uganda, Gabón, Costa de Marfil y otros. La fragmentación de sus hábitats y la caza indiscriminada han reducido enormemente sus cifras en comparación con décadas pasadas.
Los cazadores son cada vez menos selectivos, ya que la carne de caza ahumada es irreconocible en los mercados y, en ocasiones, constituye una importante fuente de ingresos para un gran número de personas. Los chimpancés representan actualmente un porcentaje significativo de la carne de caza vendida en los mercados de determinadas ciudades de Costa de Marfil. En algunas zonas, estos simios también pueden capturados para elaborar remedios tradicionales o incluso para prácticas mágicas.
En cuanto al comercio de chimpancés como mascotas, está prohibido en todos los países firmantes de la CITES (convención sobre el comercio internacional de especies en peligro de extinción), pero continúa de forma ilegal. La captura de una cría de chimpancé supone la muerte de su madre y posiblemente la de otros miembros de la comunidad, lo que supone una enorme amenaza para las comunidades aisladas.
Además, las incursiones humanas en áreas menos accesibles o de bosques modificados también pueden aumentar el riesgo de transmisión de enfermedades de humanos a chimpancés. Recordemos en el Día Mundial del Chimpancé 2025, que la principal causa de mortalidad de estos primates, destacada en estudios a largo plazo, se debe a enfermedades infecciosas.
Debido a que los chimpancés y los humanos tiene una genética muy similar, estos últimos pueden ser afectados por un gran número de agentes patógenos que son transportados por los humanos o que también afectan a los humanos (por ejemplo, tuberculosis, polio, neumonía, fiebre tifoidea, etc.). Y eso es algo que no debemos olvidar en el Día Mundial del Chimpancé 2025. ECOticias.com