Hoy es una fecha que se conmemora en todo el mundo, el Día de las Orcas; una fecha dedicada a concienciar sobre estos impresionantes mamíferos marinos y la importancia de su conservación en los ecosistemas oceánicos.
Aunque en algunos lugares las orcas todavía se pueden avistar en su entorno natural, muchas poblaciones están en riesgo por diversas causas como la contaminación, el tráfico marítimo, la captura para espectáculos, la disminución de sus presas naturales, las amenazas humanas y el cambio climático.
Como depredadores tope, las orcas desempeñan un papel crucial en el equilibrio de las cadenas alimenticias, controlando las poblaciones de sus presas y contribuyendo a la salud general del océano. Su presencia indica un ecosistema saludable y equilibrado, por lo que su protección también significa cuidar la biodiversidad marina en general.
Las amenazas hacia la supervivencia de las orcas
Las orcas (Orcinus orca) pertenecen a la familia de los delfines, siendo las mayores de su especie, con adultos que pueden alcanzar hasta 9 metros de longitud y pesar más de 6 toneladas. Son animales altamente sociales, viviendo en grupos familiares llamados “pods”, que pueden estar compuestos por varias generaciones y alcanzar decenas de individuos. Estos grupos tienen una estructura social compleja y muestran comportamientos coordinados en la caza, la comunicación y el cuidado de sus crías.
Una de las principales amenazas para las orcas es la captura para espectáculos en acuarios y parques acuáticos. Además, la presencia de embarcaciones y actividades humanas en zonas donde habitan estas especies puede generar estrés, alteraciones en su comportamiento y daños en su salud.
El cambio climático es otro desafío importante. El aumento de las temperaturas del océano y la acidificación afectan la distribución y disponibilidad de las presas de las orcas, como los atunes, las sardinas y otros peces. Además, el derretimiento de los glaciares y la subida del nivel del mar modifican sus hábitats costeros y de agua fría, poniendo en riesgo algunas poblaciones específicas.
La contaminación del agua también representa un grave peligro para las orcas. En este sentido, los PCB (bifenilos policlorados) siguen contaminando y amenazando el medio ambiente, a pesar de estar completamente prohibidos en más de 150 países alrededor del globo y desde hace más de 20 años.
Este tipo de sustancia entra en las cadenas tróficas a partir de los microorganismos que las ingieren, de allí pasan a los peces, a las focas y finalmente acaban en las orcas con un fuerte impacto en su fertilidad y en la efectividad de su sistema inmunitario. Y esto explica, en parte, la disminución que experimentan las poblaciones.
Las regiones donde las orcas están más amenazadas son costas de Brasil, del Reino Unido y del Estrecho de Gibraltar, donde cada vez se encuentran menos especímenes bebés y juveniles. En Día Mundial de las Orcas 2024, debemos tener en cuenta que si no hay un buen índice de natalidad, la especie va camino a la extinción.
A pesar de estos desafíos, existen esfuerzos internacionales y locales para proteger a las orcas. Organizaciones no gubernamentales, instituciones científicas y gobiernos trabajan en la creación de áreas marinas protegidas, regulaciones para el tráfico marítimo y campañas de sensibilización pública. La investigación científica también ha avanzado en la comprensión de la biología y el comportamiento de estas especies, lo que permite desarrollar estrategias más efectivas para su conservación.
El Día Mundial de las Orcas 2025 es un buen momento para reflexionar que los microplásticos, la sobrepesca, la contaminación acústica y lumínica, la depredación de los hábitats o la caza furtiva y legal culpa de los seres humanos, también son nefastos para su supervivencia. ECOticias.com