Las sustancias per- y polifluoroalquiladas (PFAS), también denominadas «químicos eternos» por su persistencia ambiental, han alcanzado niveles preocupantes en peces silvestres de toda Europa. Y esto es una noticia alarmante desde varios niveles como apuntan asociaciones ecologistas.
Y es que según un informe, los PFAS no se degradan fácilmente y tienden a acumularse en la cadena alimentaria, incrementando su concentración en depredadores superiores. Esto hace que haya una amplia diversidad de especies que se vean afectadas. Por último, la acumulación prolongada y la exposición dietética recurrente podrían afectar la salud.
Peces contaminados por PFAS
El informe ‘Sustancias químicas eternas envenenan las aguas y los peces de Europa: la punta del iceberg de los PFAS’ expone el alarmante alcance de la contaminación por PFAS en los peces silvestres de toda Europa. También pone de relieve los riesgos reales para el medio ambiente y la salud que plantean las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS), a menudo denominadas “sustancias químicas para siempre”.
Basándose en los datos de seguimiento de PFOS en peces notificados por Austria, Francia, Alemania, Italia, Polonia, España y Suecia entre 2009 y 2023, el informe revela niveles de contaminación generalizados en peces salvajes, muchos de los cuales superan tanto los umbrales de seguridad existentes como los nuevos umbrales propuestos para la fauna acuática.
El PFOS, clasificado como “posiblemente cancerígeno”, es uno de los PFAS más persistentes, lo que significa que pueden acumularse en la cadena alimentaria, con el consiguiente riesgo de entrar en conflicto con las recomendaciones sobre el consumo de pescado y marisco.
En España, el 60% de los peces superan el umbral de seguridad propuesto para el PFOS, según los datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico analizados sobre 20 especies entre las que se encuentran carpas, lucios, percas, truchas, tencas, pez gato, gobio, mujoles, siluros, bermejuelas y sarbos.
Dos de los cuatro valores más altos notificados en la Unión Europea se han producido en España, concretamente en Camargo (612 µg de PFOS por kg de peso húmedo) y Amoroto (473 µg/kg), que superan en más de 10.000 veces las nuevas normas de calidad propuestas. Ecologistas en Acción ya está tomando medidas para conocer las causas y las medidas que está llevando a cabo las administraciones españolas frente a esta contaminación. Además, las organizaciones ecologistas reclaman medidas normativas urgentes a escala de la UE que deben pasar por una prohibición universal de las emisiones de estas sustancias tóxicas para la naturaleza y las personas.
Una contaminación del agua del que no se sabe toda la realidad
Los Estados miembros solo están obligados legalmente a vigilar y controlar un PFAS –PFOS– de los miles de sustancias PFAS peligrosas, en el agua y los peces silvestres, dejando en gran medida sin abordar la amenaza más amplia de los PFAS. En 2022, la Comisión Europea propuso una actualización de la lista de contaminantes prioritarios de la UE para las aguas superficiales y subterráneas, que incluía un grupo de 24 sustancias químicas PFAS. Sin embargo, casi tres años después, las normas de contaminación actualizadas siguen sin adoptarse.
Además, los Estados miembros están presionando para que se produzcan retrasos importantes –dándose de plazo hasta 2039 para cumplir la normativa– y se resisten a la obligación de incluir medidas de reducción de la contaminación en los próximos planes hidrológicos de cuenca para 2028-2033, lo que podría suponer una década perdida en la lucha contra la contaminación del agua, con graves consecuencias para los ecosistemas, la salud pública y los compromisos ecológicos de la UE.
Los representantes de las instituciones de la UE (Comisión, Consejo y Parlamento Europeo) se reunirán el 23 de septiembre para tratar de alcanzar un acuerdo sobre la actualización de las normas de la UE en materia de contaminación del agua.
En este sentido, ecologistas denuncian que el alto nivel de contaminación por PFAS detectado en España, a pesar del reducido número de puntos de control y del limitado número de muestras analizadas, y a pesar de que sólo se ha evaluado una sustancia PFAS, indica claramente que deben tomarse medidas urgentes para reducir la contaminación. El riesgo para la salud humana que supone este tipo de contaminación no puede ser ignorado; tomar medidas eficaces no es una opción, es un deber, reclaman.
La contaminación por PFAS en los peces silvestres europeos es una amenaza grave y multifacética; uno de ellos, el PFOS es considerado como “posiblemente cancerígeno”. Aunque no siempre se superan los estándares legales, la persistencia, capacidad de bioacumulación y posibles efectos en la salud humana hacen imperativo abordar este problema con urgencia.ECOticias.com