Un nuevo estudio que demuestra la especial relación entre los gatos domésticos y sus dueños. En este caso, este análisis concluye que estos felinos que viven en casa son capaces de reconocer a sus amos y familiares por su olor y distinguirlo además del de una persona que no es su dueño y acaban de conocer.
Así, con este estudio sobre el comportamiento de los gatos se pone de evidencia que actúan de manera diferente en cada caso: se pasan más tiempo olfateando a desconocidos y lo hacen con su fosa nasal derecha.
No obstante, como queda de manifiesto en este informe, no es la única forma con la que los gatos reconocen a sus dueños ya que también lo hacen con una combinación de sentidos visuales, auditivos y olfativos.
Los gatos son capaces de distinguir a sus amos por su olor
Un estudio demuestra que estos felinos responden de manera diferente al olor de su dueño que al de una persona que acaban de conocer. De hecho, emplean más tiempo en olfatear a los desconocidos y prefieren hacerlo con la fosa nasal derecha. Esto señala que emplean los hemisferios cerebrales para distintas tareas.
Los gatos huelen durante más tiempo a los extraños que a sus propios dueños, lo que les ayuda a distinguir entre los humanos. Un estudio nipón, publicado en Plos One, explica que, además de usar su capacidad olfativa para comunicarse entre sí, este tipo de felinos también recuerda el olor de sus dueños y familiares.
“El olfato es un comportamiento instintivo para ellos”, explica la autora líder del proyecto e investigadora de la Universidad de Agricultura y Tecnología de Tokio, Hidehiko Uchiyama. “La experiencia de un determinado olor se asocia rápidamente con la memoria”, destaca. No obstante, no es la única forma con la que reconocen a sus amos. También lo hacen mediante una “combinación de sentidos visuales, auditivos y olfativos”.
Investigar y explorar las capacidades olfativas de los gatos
Para saber qué grado de influencia acapara el sentido olfativo en la capacidad de reconocer las personas de su entorno, el equipo de Uchiyama evalúo la reacción de 30 gatos ante muestras con olores de sus familiares y gente desconocida.
El resultado fue que estos felinos se demoraban más en olfatear los hisopos de la gente que no conocían que los de sus propios dueños. “Registramos un hábito característico de marcaje tras el olfato, lo que indicó que esta cualidad podría deberse a un comportamiento exploratorio previo”, argumentan los investigadores en un comunicado.
Además, los investigadores vieron que, a la hora de utilizar su olfato para investigar nuevos olores, tendían a emplear primero la fosa nasal derecha y luego la izquierda una vez que se familiarizaban. Esto demuestra que, como otros animales, los gatos también utilizan los hemisferios cerebrales según la tarea que desarrollan.
“Esta lateralización es evidente en perros y caballos, donde el lado izquierdo y el derecho del cerebro se emplea de forma distinta, aunque los resultados de este estudio no miden la actividad cerebral por lo que no se puede saber cómo funciona este mecanismo actualmente”, resalta la investigadora.
A los dueños de los gatos también se les pidió que completaran un cuestionario para evaluar la personalidad de sus mascotas. Los gatos macho con personalidades neuróticas tendían a oler cada tubo repetidamente con mucha precaución, En cambio, los felinos más afables lo hacían con más tranquilidad.
No obstante, la personalidad no influyó en el comportamiento de las gatas hembra durante el experimento, por lo que no se puede estandarizar y sería necesaria más investigación.