Los ecologistas denuncian públicamente que la Junta de Andalucía ha vuelto a fumigar las cunetas de las carreteras de los parques naturales de Cádiz con el polémico herbicida glifosato, vulnerando el compromiso público al que llegó con las ONG en 2020.
El glifosato es uno de los agroquímicos que peores consecuencias tiene en la salud. Es un herbicida que se usa para quitar las ‘malas hierbas’ que compiten con los cultivos o se asientan en cunetas y espacios públicos, pero que acaba contaminándolo todo.
El glifosato es un producto altamente tóxico que la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC, en sus siglas en inglés), dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha clasificado como potencialmente cancerígeno, pudiendo también provocar alteraciones endocrinas.
La Junta de Andalucía ha vuelto a fumigar con glifosato
Ecologistas en Acción ha denunciado que la Junta de Andalucía ha vuelto a fumigar con glifosato las cunetas de carreteras en parques naturales de Cádiz, incumpliendo el compromiso adquirido en 2020 para prohibir este herbicida en espacios protegidos.
La organización ecologista ha señalado en un comunicado que, tras dos décadas de alertas sobre los riesgos del glifosato —clasificado como «potencialmente cancerígeno» por la OMS—, la Junta acordó en 2020 no autorizar su uso en estas zonas. La decisión se tomó después de que análisis del Ministerio para la Transición Ecológica confirmaran su presencia en aguas superficiales y subterráneas de la provincia, incluidas las destinadas a consumo humano.
Sin embargo, según la denuncia, la Consejería de Fomento ha reanudado las fumigaciones en cunetas y taludes de carreteras dentro de parques naturales sin la autorización requerida.La organización ecologista alertó a los directores de estos espacios, quienes habrían confirmado la falta de permiso.
El glifosato, vinculado a alteraciones endocrinas y toxicidad en fauna acuática, fue aplicado incluso en días de lluvia, lo que —según la organización— facilitó su arrastre hacia ríos como el Guadalete o embalses como el de Bornos. «Las administraciones insisten en que se degrada rápido, pero está ampliamente extendido en nuestros ecosistemas», criticaron.
La ONG ha rechazado también los argumentos oficiales que justifican las fumigaciones como prevención de incendios y mejora de la seguridad vial. «Es absurdo: secar la vegetación con herbicidas aumenta el riesgo de incendios», señalaron, añadiendo que en algunas zonas se fumigó sobre terrenos ya desbrozados por el INFOCA con métodos menos dañinos.
Además, denunciaron que las aplicaciones se realizaron sin aviso, exponiendo a vecinos que recolectan plantas silvestres o caracoles en la zona. La ONG ecologista ha exigido a la Delegación Territorial de Sostenibilidad y Medio Ambiente que sancione a los responsables y refuerce la vigilancia para evitar nuevos episodios. «El glifosato debería estar prohibido, como ocurrió con el DDT: cuando se actúa, ya es tarde«, concluyeron. EFE / ECOticias.com