La medicina tradicional china no tiene base científica e incluso puede resultar contraproducente, sin embargo, está poniendo en peligro a múltiples especies animales, cuya caza y tráfico sigue creciendo, como sucede con el rinoceronte, el pangolín o el tigre.
El cuerno del rinoceronte está formado por pelo y piel endurecidos. En medicina tradicional, se lo pulveriza y se emplea para combatir la fiebre, dolores e incluso el cáncer, aunque la realidad es que su valor curativo es el mismo que puede tener un puñado de pelos y unas limaduras de uñas.
La situación del rinoceronte es dramática. Algunas especies y subespecies ya se han extinguido, como el rinoceronte negro de África occidental, el rinoceronte de Java que habitaba Vietnam o el rinoceronte blanco norteño en África y los ejemplares que restan están en la diana del tráfico ilegal.
Cuernos de rinoceronte que procedían de nuestro país
El Servicio de Aduanas de Hong Kong interceptó el pasado 11 de julio en el Aeropuerto Internacional de la ciudad un cargamento de 2,7 kilogramos de presuntos cuernos de rinoceronte, procedentes de España, con un valor estimado de un millón de dólares hongkoneses (unos 109.600 euros).
La incautación se produjo durante un control rutinario basado en perfiles de riesgo, cuando los agentes aduaneros inspeccionaron dos paquetes postales aéreos declarados como «estatuas ornamentales de cerámica», informaron este miércoles fuentes oficiales.
Al examinar su contenido, descubrieron los cuernos de rinoceronte, pertenecientes a una especie protegida bajo la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), hábilmente camuflados entre productos cerámicos.
Tras una investigación posterior, las autoridades detuvieron a dos hombres de 40 y 33 años, presuntamente relacionados con el contrabando. Los sospechosos enfrentan cargos por importación ilegal de especímenes protegidos, en contravención de la Ordenanza de Protección de Especies de Animales y Plantas en Peligro de Extinción de Hong Kong. Está previsto que comparezcan mañana jueves ante un tribunal local.
El tráfico de cuernos de rinoceronte, a menudo promovidos sin base científica como remedios en la medicina tradicional china o transformados en objetos de lujo, no solo carece de beneficios reales —dado que están compuestos principalmente de queratina, similar a las uñas humanas—, sino que también contribuye a la extinción de especies en peligro crítico. Además, su comercio ilícito financia redes transnacionales de crimen organizado, perpetuando actividades delictivas a nivel global.
Bajo la normativa vigente en Hong Kong, la importación, exportación o posesión de especímenes de especies protegidas sin autorización es un delito grave, punible con multas de hasta 10 millones de dólares hongkoneses (1 millón de euros), penas de prisión de hasta siete años y la confiscación de los especímenes.
El Gobierno de Hong Kong ha reportado una disminución en los decomisos de productos de fauna silvestre, como marfil, cuernos de rinoceronte y escamas de pangolín, desde 2021, atribuyéndolo al endurecimiento de las sanciones.
Organizaciones defensoras de los derechos de los animales destacan, además, la importancia de los esfuerzos internacionales coordinados para combatir el comercio ilegal de especies, en línea con los objetivos de CITES, que busca proteger la biodiversidad global.
En 2020, las autoridades hongkonesas confiscaron 1.000 kilogramos de escamas de pangolín y 196.000 kilogramos de madera controlada, entre otros productos ilícitos, lo que refleja la magnitud del tráfico de especies y los desafíos persistentes.
El país continúa intensificando los controles aduaneros y las sanciones para desincentivar estas actividades, con el objetivo de garantizar la sostenibilidad y proteger a las especies en peligro crítico, en un contexto de una alta demanda global que sigue alimentando este comercio ilícito. EFE / ECOticias.com