El Parque Natural del Marjal de Pego-Oliva es una zona húmeda situada entre las provincias de Valencia y Alicante, en los municipios de Oliva y Pego, con una extensión de 1.255 hectáreas. Este marjal se halla en el centro de la herradura montañosa formada por las sierras de Mostalla, Migdia i Segària.
Sus principales características son una gran biodiversidad (como es el caso del águila pescadora que se está reintroduciendo) y la excelente calidad de sus aguas, así como su cantidad. Existen dos ríos principales que recorren el marjal: el Bullent o Vedat, en la parte norte, y el Racons o Molinell, en la sur, además de numerosos afluentes y manantiales, conocidos estos últimos en la zona con el nombre de «ullals».
El marjal fue declarado Parque Natural, mediante la Ley 11/94, de 27 de diciembre. Además, dada su gran relevancia, también está incluido este marjal en el Convenio Ramsar (1971) de protección mundial de zonas húmedas, se encuentra dentro de la Red Natura 2000 de la Union Europea y también es zona de especial protección para las aves (zona ZEPA).
El retorno de las águilas pescadoras
El Parque Natural Marjal de Pego-Oliva acaba de recibir una docena de crías de águila pescadora que forman parte del proyecto de reintroducción de esta especie en peligro de extinción en la Comunitat Valenciana. Los doce pollos han viajado esta semana desde Inverness (Escocia) supervisadas por técnicos de la Fundación Migres y la Roy Dennis Wild Foundation.
Las aves ya están instaladas en los jaulones de hacking (cría campestre) donde son vigiladas, cuidadas y alimentadas hasta que estén preparadas para su liberación y puedan migrar a tierras africanas. Cabe destacar que uno de los ejemplares liberados en 2023 ha vuelto en junio pasado al parque natural, por lo que el proyecto comienza a ver sus primeros resultados.
Al acto de presentación han acudido el secretario autonómico de Medio Ambiente y Territorio de la Generalitat, Raúl Mérida; el director general de Medio Natural y Animal de la Conselleria, Luis Gomis; la coordinadora del proyecto del Servicio de Vida Silvestre y Red Natura 2000 de la Generalitat, Covadonga Viedma; el alcalde de Pego, Enrique Moll, y otros representantes de la zona, así como el presidente de la Fundación Iberdrola España, Jaime Alfonsín, e integrantes de la Fundación Migres, entre ellas Itziar Colodro, y de Roy Dennis Wild Foundation.
Alfonsín ha destacado que «la protección de la avifauna, la biodiversidad y el medio ambiente son pilares fundamentales para la Fundación Iberdrola España«, al tiempo que ha puesto de relieve «la colaboración con la Fundación Migres, la Roy Dennis Wildlife Foundation y la Generalitat para llevar a cabo este magnífico proyecto de reintroducción de esta especie».
Por su parte, Mérida ha resaltado que para la Conselleria de Medio Ambiente «es un orgullo poder participar en este proyecto de recuperación del águila pescadora que, gracias a la Fundación Iberdrola y a la Fundación Migres», pueden poner en marcha.
«Es una apuesta por la biodiversidad que ha empezado a dar resultados con la vuelta de uno de los pollos de águila pescadora al entorno donde se soltó y que ha escogido libremente volver, por lo que significa que el parque tiene buena salud», ha resaltado.
A su vez, Viedma ha expuesto que el proyecto «representa a la perfección el espíritu de cooperación y compromiso necesario para lograr la recuperación del águila pescadora, una emblemática especie del Mediterráneo en la Comunitat Valenciana».
«Este programa se inició en 2019 con la idea de recuperar la especie como nidificante en la Comunitat y a partir de 2023 se da inicio del proyecto de recuperación a gran escala por el que se inicia un periodo de cinco años en los que cada año llegan desde Escocia doce jóvenes águilas pescadoras cedidas por la Roy Dennis Wildlife Foundation», ha indicado.
Cuenta con un presupuesto anual por parte de Fundación Iberdrola España de 50.000 euros, y se enmarca en uno de sus principales ejes de actividad, como es la protección de la avifauna y la conservación de los hábitats. El objetivo de esta iniciativa es la recuperación de una población reproductora autosuficiente en la región tras más de 50 años de su desaparición.
El número estimado necesario para ello es de un centenar de pollos de águila pescadora, que se pretenden liberar a lo largo de cinco años, para lo que se cuenta con el apoyo de países donantes como Escocia y se espera que más delante también se puedan sumar otros como Suecia y Noruega. EFE / ECOticias.com