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lunes, mayo 29, 2023

Millones de aves han desaparecido en los últimos 50 años

En el último medio siglo ha desaparecido el 1,3% de especies de aves y entre un 20 y 25% ha experimentado una reducción de sus poblaciones, advierte la organización Seo/BirdLife, con motivo del Día Mundial de la Vida Silvestre que se celebra este jueves.

La efeméride se celebra bajo el lema “Recuperar a las especies clave para la restauración de ecosistemas”, con el fin de crear conciencia sobre las especies silvestres en peligro y resaltar los esfuerzos de conservación que están en marcha.

Según los datos del último Libro Rojo de las Aves de España, casi la mitad de aves presentan problemas de conservación y el 25 % de las especies tienen cierto riesgo de extinción, «por lo que existe un gran riesgo de perder los importantes servicios que prestan como piezas fundamentales de los ecosistemas que habitan», según un comunicado de la ong.

Entre estas “especies clave” se encuentran las aves, que aportan numerosos beneficios y su desaparición o declive poblacional puede acarrear graves consecuencias ecológicas, sociales y económicas.

Concretamente, las consecuencias ecológicas de esta pérdida de biodiversidad pueden ocasionar impactos sociales derivados de la extinción de plantas, la falta de control de plagas o la propagación de enfermedades, alertan.

Nicolás López, responsable del programa de Conservación de Especies Amenazadas de SEO/BirdLife, ha puesto en valor la importancia de estos animales en sus propios ecosistemas, pero también, de “los servicios ecosistémicos que nos ofrecen y que son de importancia capital para la sociedad”.

Pérdida de beneficios

Ejemplo de esto son las aves frugívoras, como la curruca rabilarga o los urogallos, que funcionan como dispersoras de semillas; o las carroñeras, como el quebrantahuesos o los buitres, que juegan un importante papel en el reciclaje de nutrientes, limitan la propagación de enfermedades y son «grandes aliados contra el calentamiento global». 

Asimismo, las aves rapaces, como milanos o cernícalos, que son grandes depredadores; o las aves insectívoras, como golondrinas, vencejos o el alzacola rojizo (Ave del año), funcionan como controladoras naturales de plagas que afectan a multitud de cultivos en paisajes agrarios.

También, los pájaros carpinteros, de los que dependen multitud de especies que nidifican en las cavidades de los árboles.

La ong ha resaltado también los numerosos beneficios “no materiales” que regalan las aves como: servicios culturales, turismo ornitológico, actividades recreativas, o incluso, beneficios para la salud mental.

Fuente: EFEverde

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