Hace cuarenta años, la Unesco declaraba Urdaibai como Reserva de la Biosfera. Cuatro décadas después su situación ha pasado de delicada a alarmante, por no decir, dramática. Sobre ella se cierne el peor de los peligros que un paisaje natural pueda soportar: el impacto de un turismo masificado de la mano de un proyecto como es el Museo Guggenheim que se pretende construir en su zona más sensible.
Poca gente se percató aquel día del 6 de diciembre de 1984 de la trascendencia que iba a tener de cara al futuro que la Unesco declarara Urdaibai como nueva Reserva de la Biosfera. De hecho, resulta complicado encontrar alguien que recuerde aquella fecha. Julen Rekondo, especialista medioambiental y Premio Nacional de Medio Ambiente, es uno de ellos.
Recuerdo que los que militábamos en organizaciones ecologistas recibimos aquella noticia con una gran alegría. Cuatro décadas después, a la pérdida de su biodiversidad y otros males (permisividad hacia el sector forestal, afectación de plantas invasoras, contaminación industrial y por aguas residuales, dragados, sobreexplotación de acuíferos) se le une una nueva amenaza: el plan que el Gobierno Vasco y la Diputación de Bizkaia quieren llevar adelante para instalar dos sedes más (una en Gernika y otra en Murueta) del Museo Guggenheim.
De construirse el Guggenheim, Urdaibai sería la única Reserva de la Biosfera, entre 759 existentes en todo el planeta, que contaría con un Museo. Esto no tiene ninguna lógica desde punto de vista de protección de la Naturaleza y el medio ambiente y más bien responde a proporcionar unos beneficios económicos a unas determinadas élites y a turistizar una zona cuya capacidad actual está ya superada.
La Naturaleza no es un capital del que hay que extraer plusvalías entendiéndolo como mero negocio, sino un bien común de la sociedad. Además, lo que necesita Busturialdea es un plan integral ecosocial que revierta su situación de declive, acorde con la protección de esa Naturaleza, defiende Rekondo.
Algunas especies se verían más amenazadas de llevarse a cabo el proyecto
Son múltiples las razones por las que este proyecto no debería llevarse a cabo, y han sido expuestas desde que se anunció. Pero hoy, ecologistas han querido recordar que este espacio es hábitat y lugar de paso de muchos seres vivos que no se están teniendo suficientemente en cuenta al proponer el nuevo Museo Guggenheim en Urdaibai.
Esta actividad no es contra el museo, es contra la obra de ampliación que pondría en peligro al visón europeo, el águila pescadora, el avetoro, la espátula común, el carricerín cejudo y el junco entre otras.
Los puntos más conflictivos en cuanto a su afección a la biodiversidad son la sede que se situaría donde actualmente están los Astilleros de Murueta y la pasarela que uniría las dos sedes, ya que ambas instalaciones atravesarían el centro del humedal de Urdaibai, que está catalogado como humedal de importancia internacional, incumpliendo todo criterio para la protección de ese ecosistema y las especies que de él dependen.
Los humedales son ecosistemas primordiales que, además de ayudar a proteger la biodiversidad, también son claves para hacer frente a los impactos de la emergencia climática. Cabe recordar a la Fundación Guggenheim, al Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, al Gobierno Vasco y a la Diputación de Bizkaia y al martillo pilón del PNV que este proyecto es dañino para la biodiversidad y que no debería realizarse.
Especies que se verían afectadas:
El visón europeo
Es un pequeño mamífero que vive siempre cerca de cursos de agua y uno de los mamíferos más amenazados de Europa. Se cree que actualmente el número de individuos de visón presentes en España no está muy lejos de 100, lo que implica que la especie está en grave peligro de extinción. La principal razón de su declive es la amenaza que supone el visón americano. Sin embargo, no tener hábitats adecuados para su recuperación puede agravar el problema.
El águila pescadora
Es un ave rapaz muy ligada a ecosistemas acuáticos para alimentarse y reproducirse. Después de décadas, en 2021 nacieron por primera vez dos pollos de águila pescadora en Urdaibai. Es una especie que está en situación crítica en el Estado español debido en gran medida a la destrucción de su hábitat (construcción de urbanizaciones y/o instalaciones turísticas y recreativas en zonas costeras) y molestias en las zonas de nidificación (tránsito de excursionistas y pescadores, apertura de senderos, talas de vegetación, actividades náuticas…). Está claro que la construcción de este nuevo museo, así como el trasiego de los cientos de miles de transeúntes que atraería, le hará flaco favor a esta especie.
El avetoro
También es un ave muy ligada a marismas y humedales y que se encuentra en peligro de extinción, en gran medida por la degradación de su hábitat.
El avetoro está relacionada estrechamente con otra de las que ha representado la organización: los juncos. Estas plantas, junto con otras, crean un ambiente especial y característico de los humedales conocidos como juncales o carrizales, lugares importantes para estas aves, que buscan en ellos resguardo y descanso y donde, a veces, incluso nidifican. No es el avetoro el único ave que se beneficia de estos ambientes.
El carricerín cejudo
Está también presente en los juncales y carrizales de Urdaibai, y podría verse gravemente afectado por el proyecto. Esta pequeña ave también se encuentra en peligro de extinción y sus principales factores de amenaza son la destrucción de las zonas húmedas, los cambios de uso del hábitat o la pérdida de calidad de las aguas de los humedales por vertidos de origen agrícola o industrial.
La espátula común
Es, según la página web de la Reserva y documentos del Gobierno Vasco, la especie que más valor tiene desde el punto de vista de la conservación en Urdaibai. La especie está catalogada como vulnerable y existen compromisos adquiridos para su conservación. Sin embargo, esto parece no haberse tenido en cuenta a la hora de proponer el museo Guggenheim en Urdaibai, ya que las principales amenazas de esta especie están relacionadas con las molestias producidas por turistas y la reducción de la extensión de zonas útiles para su vida.
La garza imperial
Es un ave de gran tamaño asociada a espacios acuáticos y en concreto a humedales. Aunque esta especie es relativamente abundante y no está considerada como en peligro de extinción, su población está en receso, y la distribución en el humedal de Urdaibai es escasa. De nuevo, esta especie se ve afectada principalmente por la degradación de su hábitat.
Otras:
Aunque las aves son las especies más llamativas de este tipo de humedales, ecologistas quieren recordar también a otras especies o grupos de seres vivos también muy importantes.
Por eso, los últimos tres personajes que completan la lista son: las libélulas, que pueden ser muy diversas y algunas de ellas también se encuentran en peligro de extinción; la planta denominada salicornia, típica de zonas húmedas y que contribuye a generar hábitats adecuados, y algas como la zostera, que crean praderas subacuáticas imprescindibles para el hábitat de insectos y peces y sirven también como alimento de múltiples organismos.