El Convenio sobre la Diversidad Biológica es el instrumento internacional para «la conservación de la diversidad biológica, la utilización sostenible de sus componentes y la participación justa y equitativa en los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos genéticos«, que ha sido ratificado por 196 países.
Su objetivo general es promover medidas que conduzcan a un futuro sostenible, pero el retraso en el cumplimiento de los objetivos globales de biodiversidad acarreará un auténtico problema, la ONU ya ha avisado.
La conservación de la diversidad biológica es interés común de toda la humanidad
El Convenio sobre la Diversidad Biológica cubre la diversidad biológica a todos los niveles: ecosistemas, especies y recursos genéticos. También cubre la biotecnología, entre otras cosas, a través del Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología.
De hecho, cubre todos los posibles dominios que están directa o indirectamente relacionados con la diversidad biológica y su papel en el desarrollo, desde la ciencia, la política y la educación, a la agricultura, los negocios, la cultura y mucho más.
El Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) advirtió este lunes que el mundo avanza demasiado despacio en el cumplimiento de los compromisos adoptados en el Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal (KMGBF), mientras prepara dos reuniones clave en Panamá en octubre.
Del 20 al 24 de octubre se celebrará en Ciudad de Panamá la reunión del Órgano Subsidiario de Asesoramiento Científico, Técnico y Tecnológico (SBSTTA-27), que evaluará los avances científicos y técnicos del marco global.
A continuación, del 27 al 30 de octubre tendrá lugar el primer encuentro del nuevo órgano permanente sobre el Artículo 8J, dedicado a los pueblos indígenas y comunidades locales, un hecho que la secretaria ejecutiva, Astrid Schomaker, calificó de «histórico» en un encuentro virtual con la prensa.
Las reuniones de Panamá, a las que asistirán delegados de los 196 países que son parte del CDB, son la antesala de la cumbre mundial COP17, que se celebrará en octubre de 2026 en Ereván (Armenia).
La crisis climática y de la biodiversidad son ‘dos caras de la misma moneda’
Schomaker subrayó que la crisis climática y de la biodiversidad son «dos caras de la misma moneda» y que los ecosistemas en mal estado no pueden cumplir funciones vitales como la regulación del clima.
«Sin naturaleza sana no será posible acercarse al objetivo de 1,5 grados«, advirtió, al tiempo que defendió soluciones basadas en la naturaleza como pieza clave en las negociaciones climáticas que culminarán en la COP30 de Belén (Brasil).
Uno de los asuntos centrales en Panamá será la primera revisión global de la aplicación del Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal (KMGBF), adoptado en 2022 para frenar y revertir la pérdida de biodiversidad.
Según el Convenio sobre la Diversidad Biológica, hasta ahora solo 57 países han presentado planes de acción nacionales y 140 han comunicado metas nacionales, cifras insuficientes para alcanzar los objetivos de 2030, entre ellos la protección del 30 % de la superficie terrestre y marina.
Otro de los grandes debates girará en torno al papel de los pueblos indígenas, que por primera vez contarán con un órgano permanente en la gobernanza de la biodiversidad.
Schomaker reconoció que «la mayoría de la población del mundo nunca ha oído hablar del Convenio sobre la Diversidad Biológica» y que el término biodiversidad «no está bien entendido«.
«Nunca es fácil explicar la complejidad. Pero al mismo tiempo, la gente experimenta cada vez más lo que significa que la biodiversidad no esté funcionando bien. Todos lo vimos después de la COVID-19 y lo vemos ahora con un gran número de personas desplazándose a ciudades«, declaró.
«Así que esta conexión con la naturaleza, o la necesidad de reconectar con la naturaleza, es algo que creemos que la gente siente cada vez más«, concluyó. EFE / ECOticias.com