Salvemos a las codornices y a las tórtolas de los cazadores. De acuerdo con los datos estadísticos sobre el número de capturas ofrecidos por el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO), la tendencia general es de un aumento anual de las capturas de codorniz común desde 2005 a 2019. No obstante, se siguen cazando una media de más de 1.150.000 codornices al año, lo que resultan cifras del todo insostenibles.
Declive de las poblaciones y aumento de las capturas
Según los datos sobre las tendencias obtenidos del programa SACRE 2021, durante el periodo de 1998-2021, las poblaciones de codorniz común, Ave del Año 2020, sufrieron sufrido un declive de más del 50% a nivel estatal (Grafica 1).

Con respecto a la codorniz común, declarada en 2020 como Ave del Año, la situación es grave, porque los altos niveles de explotación cinegética y la hibridación con ejemplares procedentes de granjas suponen una presión adicional a unas poblaciones que sufren ya un declive muy acusado.
Debido a este alarmante declive y al descenso acusado de sus poblaciones, fue incluida en el Libro Rojo de las Aves de España con la categoría de “En Peligro”, solicitando a su vez al MITECO la protección de la especie a nivel estatal mediante la inclusión en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.
El caso de la tórtola europea, especie tradicionalmente objeto de caza durante la media veda, también es especialmente preocupante. SEO/BirdLife solicitó en mayo del año 2015 al ministerio competente en materia de medio ambiente, la catalogación de la tórtola como especie Vulnerable a nivel nacional.
Mejorar las poblaciones de estas especies
Con el objetivo de recuperar sus poblaciones, las administraciones autonómicas y central deberían tener en cuenta los datos científicos y reducir la presión cinegética sobre las especies de aves objeto de caza. Además, proponemos:
- Mejorar la gestión de los ecosistemas agrarios: respetar linderos, setos y mosaicos, limitar el uso de herbicidas e insecticidas, crear bandas perimetrales sin tratamiento. Y tener en cuenta en la reforma de la PAC, que las actividades humanas deben compatibilizarse con la conservación del patrimonio biológico.
- Mejorar la gestión de las masas arbóreas y del arbolado disperso de las zonas cercanas a entornos agrícolas. Por ser estas zonas fundamentales para la nidificación de la tórtola europea en la naturaleza. Además, realizar estudios sobre el ciclo reproductor de la especie para detectar posibles alteraciones en alguna de sus fases.
- Establecer una moratoria temporal o prohibiciones especiales, por razones de orden biológico, para la caza de estas especies. Al mismo tiempo que se aplican medidas de gestión y mejora del hábitat en las zonas que han sufrido incendios forestales. En este sentido sería necesario la prohibición de la caza, no solo durante la media veda. Si no también durante varios años en estas zonas afectadas, hasta que se recuperara mínimamente la cobertura vegetal.
- Seguimiento del volumen anual de capturas y estudio de la incidencia de la caza (fechas, cupos, etc.) en estas especies. Tanto en la época de caza, como durante la media veda. Salvemos a las codornices y a las tórtolas de los cazadores.