Dicha medida del Ejecutivo autonómico prevé la puesta en marcha de un segundo complejo de tratamiento de residuos en el sur de la comunidad para «aliviar» la planta de Cerceda (A Coruña) y la construcción de ocho nuevas plantas de compostaje.
En declaraciones a Europa Press, la Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galicia (Adega) y la Federación Ecoloxista de Galicia (FEG) han coincidido en criticar la iniciativa.
Al respecto, la portavoz de residuos de Adega, María Rodríguez, asegura que «está fracasada» porque «vuelve a apostar por la incineración», un método que en la jerarquía de prioridades en materia de gestión de residuos «debe ser el último paso», una consideración que también respalda el secretario de la FEG, Tino Quintela.
Así, la ecologista de Adega asegura que «mientras que Europa mira hacia la reducción y el reciclaje», la Xunta «piensa en construir otra infraestructura para quemar», una posibilidad que, a su juicio, «no tiene sentido ninguno».
Además, María Rodríguez también pronostica que este proyecto «no fomentará la reducción», pues sus objetivos «son muy pequeños», ya que, en el horizonte de 2020, «solo pretende conseguir que los gallegos generen un 10 por ciento menos de residuos». Rodríguez valora esta cifra como «ridícula», al apuntar que la crisis provocó una caída del uno por ciento en la cantidad de basura que se produce.
COMPOSTAJE
En cuanto al anuncio de la Xunta de construir ocho nuevas plantas de compostaje en la comunidad, la ecologista de Adega señala que estas nuevas plantas «siguen siendo reducidas» en relación con los datos de la Unión Europea (UE). Así, se refiere a los casos de Alemania o Austria, donde la cifra de pequeñas plantas de compostaje se sitúa en torno a las 500.
Además, añade que los objetivos del plan en materia de compostaje también «son obsoletos», pues pretende conseguir que el 25 por ciento de los desechos se conviertan en compostaje, una cantidad «caduca», puesto que en la actualidad la planta de Lousame (A Coruña) ya lo hace en «más del 40 por ciento de la basura».
FALTA DE LOCALIZACIÓN Y CRITERIOS
Por su parte, el secretario de la Federación Ecoloxista Galega, Tino Quintela, tacha de «ficticio» el plan del Ejecutivo autonómico ya que, «en ningún momento» establece los criterios ni la disposición de las infraestructuras que plantea –la macroincineradora y las ocho plantas de compostaje–.
Esta falta de localización de las futuras plantas puede deberse, tal y como apunta la portavoz de Residuos de Adega, a la proximidad de las elecciones municipales, motivo por el que la Xunta «no quiere crear polémicas entre vecinos por el momento».
INICIATIVA PRIVADA
Finalmente, Quintela critica que la «mayor parte del presupuesto» de la iniciativa «es privado», pues la cantidad que podrá la Xunta depende «de que haya algún tipo de iniciativa privada interesada en apoyar estas actuaciones».
Ante esto, el secretario de la FEG asegura que «se esperaba mucho más de la Administración autonómica» en materia de residuos, pues, en sus palabras, ésta «debe ordenar y planificar» una apuesta importante en materia de residuos y no «un simple catálogo de buenas intenciones con objetivos insuficientes».
ECOticias.com – ep



















