Japón se encuentra actualmente en una crisis nuclear provocada por el terremoto y el posterior tsunami del pasado 11 de marzo que dañó la central de Fukushima-1. El fallo de los sistemas de enfriamiento de la central provocó unos niveles anormalmente bajos de agua en las piscinas de desechos.
«Una de las lecciones aprendidas de Fukushima es que las piscinas de desechos de combustibles pueden causar grandes problemas», indicó Kosciusko-Morizet en una entrevista con la radio France Inter. «Quizás es algo que no hemos investigado a fondo en los reactores franceses y quizás en los EPR», señaló.
Francia llevará a cabo este año controles de sus plantas nucleares para comprobar el impacto de una inundación, un terremoto y apagones de energía combinados con un fallo de los sistemas de enfriamiento.
Estos controles también se realizarán en el reactor 3 de la planta de Famanville, propiedad de Electricité de France (EDF), en el noroeste de Francia. Este reactor, que está en construcción, forma parte de los nuevos reactores (EPR) desarrollados por Areva.
«Si vemos que podemos mejorar la seguridad, incluso en un nuevo reactor, lo haremos incluso si significa más costes», aseguró la ministra. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, declaró que cualquier planta que no supere el control, será cerrada.
ECOticias.com – ep