En el Día Internacional Sin Bolsas, un gran número de organizaciones de todo el mundo reivindica la necesidad de prohibirlas bolsas de un solo. Con este fin se organizan actividades informativas y dedenuncia sobre el consumo excesivo e innecesario de recursos naturales.
Amigos de la Tierra participa en esta fecha señalada con su campaña Zona Libre de Bolsas [1], a través de la cual exige lar educción de las bolsas desechables, tanto de las plásticas como de las biodegradables. Más de 3.000 personas y 200 entidades ya han decidido unirse ala campaña para cambiar el hábito de “usar y tirar”, y pasarse a la cultura dela reducción y la reutilización, firmando su compromiso de abandonar el uso deestas bolsas y sustituirlas por las múltiples alternativas existentes (carro dela compra, bolsas de tela, diferentes recipientes, como tuppers,…)
Las bolsas de un solo uso, que la gran mayoríade los comercios distribuyen gratuitamente a sus clientes, son un ejemplo evidentede una cultura basada en la sobreexplotación de recursos naturales, laincultura de “usar y tirar”. Es un hábito tan presente en la vida diaria decada persona, que apenas se cuestiona el despilfarro que supone. Sin embargo,se necesitan 12 millones de barriles de petróleo para producir los 100 billonesde bolsas que se consumen anualmente en España, sin sumar los impactosambientales asociados a su fabricación y transporte.
Frente a la creciente presión social einternacional para acabar con las bolsas de plástico, han surgido alternativas biodegradables que continúan perpetuando la incultura de “usar y tirar” al tratarsede bolsas de un solo uso. En este sentido, la sustitución (a largo plazo) por unmaterial biodegradable, como se propone en la nueva Ley de residuos, es una falsa solución que traslada la demandade recursos naturales para la fabricación de bolsas del petróleo al papel o alos cultivos de maíz y patata.
“La sustitución de unos materiales de usar ytirar por otros diferentes, pero también desechables, no tiene ningún sentido.En esto momentos, en los que el agotamiento de los recursos naturales y de latierra va en aumento, los materiales que utilizamos han de producirse con lai ntención de aprovechar nuestros recursos y así lograr alargar la vida útil delos productos fabricados”, declara María Durán, responsable del área deresiduos de Amigos de la Tierra.
Ante la necesidad de prescindir de las bolsasde un solo uso por evidentes razones socioambientales, Amigos de la Tierra espera que los diputados asuman su responsabilidad y prohíban la distribucióngratuita de éstas, huyendo de la falsa solución que representa sustituir elplástico por otros materiales biodegradables.




















