El galardón, que tomó la forma de vale canjeable por 1.000 euros para material escolar, así como entradas para el Aquapark de Cerceda, de las que podrán hacer uso todos los escolares, les fue otorgado por el presidente de Sogama, Luis Lamas, en un acto celebrado esta misma mañana en el centro y a través del cual se pretendía reconocer públicamente el esfuerzo
Una jornada entrañable para recordar. Así podría definirse el acto de entrega del primer premio correspondiente al programa “Recíclate con Sogama” 2013-2014 y que en esta segunda edición recayó en el CEP Sabarís de Baiona por su proyecto “Reciclándonos”; una iniciativa en la que la comunidad educativa ha invertido grandes esfuerzos para que el reciclaje se convirtiese en una realidad en las aulas.
RECONOCIMIENTOS, FELICITACIONES Y EMOCIONES
El galardón, que tomó la forma de vale canjeable por 1.000 euros para material escolar, así como entradas para el Aquapark de Cerceda, de las que podrán hacer uso todos los escolares, les fue otorgado por el presidente de Sogama, Luis Lamas, en un acto celebrado esta misma mañana en el centro y a través del cual se pretendía reconocer públicamente el esfuerzo y trabajo desarrollado por profesores y alumnos a lo largo del curso académico que ahora concluye, poniendo de relieve la importancia que tiene la correcta separación de residuos en origen y posterior depósito de los mismos en los contenedores ubicados en las vías públicas para facilitar su reciclado. Un objetivo solo posible desde la corresponsabilidad y la cooperación.
Lamas aludió a que, si bien el reciclaje constituye una prioridad, no debe perderse de vista la reducción de la generación de desechos por su importancia estratégica. Y como ejemplo puso la ingente cantidad de alimentos que cada día son desperdiciados por falta de planificación y de racionalidad. De ahí que avanzase que una de las próximas campañas a desarrollar por la Sociedad que dirige girará precisamente en torno a la reducción de los restos de comida arrojados al cubo de la basura, un gesto no solo ecológico y económico, sino moral.
En un clima muy agradable y cercano, los niños incluso se atrevieron a levantar la mano y pedir turno para contar sus experiencias e impresiones, y no dudaron en quejarse de la falta de contenedores en algún punto del municipio. El alcalde, Jesús Vázquez Almuiña, que estuvo acompañado por los concejales de Medio Ambiente y Educación, recogió el guante y les explicó los motivos por los cuales algunas zonas con especiales características no pueden contar con todos los contenedores que serían deseables.
El regidor se mostró satisfecho y orgulloso de que los escolares de Baiona hayan sido los “ganadores del reciclaje en Galicia”, un estatus que deben preservar. Es por ello que los retó a seguir haciéndolo igual de bien, a educar a los mayores, llevando a cabo una tarea formativa en sus hogares y entorno social más inmediato, y a tirar de las orejas al ayuntamiento para que haga las cosas mejor.
También el representante de la Consellería de Cultura, Educación y Ordenación Universitaria, Alberto Sacido, quiso felicitar al colegio por su buen hacer, sensibilidad ambiental y trabajo incansable, contribuyendo a hacer de este planeta un mundo mejor.
Por su parte, la Directora del CEP Sabarís, Mª Luisa Albores Crespo, agradeció la oportunidad concedida por Sogama para participar en su programa educativo, así como su colaboración y apoyo. Asimismo, aprovechó la ocasión para ensalzar la labor desarrollada por el docente que ejerció la coordinación del proyecto en el centro, Bernardo Gallego Otero, alma mater y artífice incuestionable de las distintas actividades llevadas a cabo. Agradeció igualmente el respaldo del concello, que respondió siempre de forma positiva a sus peticiones y demandas.
UN PEQUEÑO DESCANSO
La isla del reciclaje suministrada por Sogama en su momento, y conformada por tres contenedores (amarillo, para los envases ligeros; azul, para el papel y cartón; y verde, para la fracción no reciclable) tendrá un descanso en verano, pero a partir de septiembre regresará de nuevo a su dinámica habitual: propiciar la recuperación de residuos.
No obstante, el reciclaje en sí no entiende de vacaciones. Los críos del Sabarís lo saben bien: la separación de residuos constituye un gesto a poner en práctica todo el año.