Casi nueve millones de niños de países en vías de desarrollo pierden la vida cada año antes de cumplir cinco años, 25.000 cada día, debido a causas tratables o prevenibles como la neumonía, la diarrea, el sarampión, la malaria, el VIH/SIDA, complicaciones relacionadas con el embarazo, el parto y el cuidado del recién nacido. Con motivo del Día Mundial de la Salud, que se celebra hoy, Save the Children ha denunciado esta situación y ha recordado que «existen soluciones sencillas y de bajo coste».
Los antibióticos para tratar la neumonía, que provoca la muerte de dos millones de niños cada año, tan sólo cuestan 30 céntimos de euro, mientras que las sales de rehidratación oral para combatir la diarrea, responsable de la muerte de 5.000 niños cada día, valen 50 céntimos de euro, asegura la ONG. Por ello, reclama la voluntad y la intención de todos para encontrar soluciones.
La organización recuerda que los gobiernos del mundo se comprometieron a reducir en dos tercios la tasa de mortalidad infantil en menores de cinco años para 2015 (cuarto Objetivo de Desarrollo del Milenio). Sin embargo, «si sigue la tendencia actual este objetivo no se alcanzará hasta 2045 y millones de niños habrán perdido la vida por causas tratables y prevenibles», señala. «Es necesario un incremento drástico de los fondos dedicados a construir sistemas sanitarios sólidos y una firme voluntad por parte de los gobiernos para a proporcionar tratamientos para las enfermedades que más muertes infantiles provocan», explicó el director de Save the Children, Alberto Soteres.
El 97% de los niños en riesgo se concentran en países de ingresos bajos o medios, y pertenecen a las comunidades más pobres y marginadas dentro de sus países. En Afganistán, uno de cada cinco niños morirá antes de cumplir los cinco años, mientras que en toda la región del África subsahariana esta cifra asciende a uno de cada siete.
Save the Children también señala que los sistemas sanitarios débiles es una de las razones por las que las tasas de mortalidad materna e infantil se mantengan en unos niveles «inaceptablemente altos» en demasiados países con ingresos medios y bajos. La organización considera que la salud materna, infantil y neonatal «puede considerarse como representante del estado de desarrollo de un país», y al margen de los niveles de ingresos y otros parámetros, «si un país no es capaz de mantener vivas a las mujeres y a los niños, no cabe duda que el camino hacia su desarrollo no tiene visos de acortarse».
www.consumer.es – EROSKI