Se habla mucho sobre la escasez de agua, pero hay una crisis que está llegando y es mucho peor. Los expertos ya advierten que nos dejará sin tecnología. La sequía está acabando con muchos ecosistemas que antes estaban plagados de vida y de color. De hecho, está llegando a niveles tales que ya hay un proyecto en marcha para combatirla que utiliza inteligencia artificial en las alcantarillas.
Este fenómeno climático altera la vida de los animales, los seres humanos y el propio hábitat. Ocasiona la pérdida de producción agrícolas y tierras para el ganado; produce malnutrición, deshidratación y enfermedades; hambruna ante la escasez de alimentos; daños al hábitat y migración (tanto de seres humanos como de especies animales), entre otras cosas.
En este contexto, parecería que uno de los peores escenarios a nivel climático es la sequía. Entonces, ¿qué podría ser peor? Hay un famoso empresario que ha alzado la voz sobre una tragedia que está a punto de suceder y puede afectar directamente nuestra forma de vivir.
Se avecina un fenómeno peor que la falta de agua: la escasez de electricidad
En el último tiempo, la inteligencia artificial ha avanzado a pasos agigantados y, con ella, la demanda de electricidad. Su crecimiento ha sido exponencial en la última década, y se espera que su capacidad de computación se duplique cada dos años.
Sin embargo, toda esta potencia no proviene de la nada, necesita una enorme cantidad de energía. Ante este escenario, nos encontramos frente a un desafío energético que, si no resolvemos, puede generar que el suministro eléctrico colapse.
La falta de agua está creciendo, en parte por la expansión de la tecnología. Es evidente la necesidad de enfriar microchips o conductores. No obstante, hay otro recurso todavía más valioso (según qué casos) que podría desaparecer: la electricidad.
Elon Musk advierte de la peligrosidad de la IA
Grandes compañías tecnológicas como Google, Microsoft y Amazon invierten miles de millones para realizar investigaciones sobre la inteligencia artificial. Se calcula que más de 60.000 millones de dólares se destinaron a la inversión de startups de IA en 2021. Gracias a este impulso, la IA ha llegado a límites insospechados, como el reconocimiento de voz.
Esto suena muy bien, pero ¿cuánta electricidad se necesita que estos avances se pongan en marcha? Cuanto más potente es la tecnología, mayor es la demanda que supone y no siempre es posible amortizarla o garantizarla.
Elon Musk ha mostrado su preocupación en la Bosch Connected World Conference por futuros cuellos de botella en el suministro de electricidad y la enorme escasez de transformadores eléctricos que podría llegar. El rápido crecimiento de la IA y la adopción de coches eléctricos está acercándonos a este aterrador contexto. Es más, actualmente se cree que entre el 1 y el 2% de la energía mundial consumida corresponde a la IA.
La escasez de agua podría no ser el único problema
Musk advierte que el rápido desarrollo de la IA será más notorio a partir de 2025. “La próxima escasez será de electricidad. No serán capaces de encontrar suficiente electricidad para hacer funcionar todos los chips. Creo que el próximo año lo veremos”, expuso.
Según el magnate, la capacidad de computación necesaria para hacer funcionar los sistemas de IA más avanzados aumentará exponencialmente en los próximos años. Siendo así, se generaría una demanda de electricidad tan grande que podría exceder la capacidad de producción eléctrica mundial.
Hablar de una crisis peor que la falta de agua es aterrador para el ciudadano/a de a pie, especialmente ante un avance sobre el que no tiene control. Solo el tiempo podrá confirmar o declinar las hipótesis del empresario y, mientras tanto, lo único que podemos hacer es cuidar la energía que tenemos hoy.