Día Mundial del Hábitat 2022. La promulgación de este día tiene como objetivo que las nuevas ciudades y la ampliación de las antiguas, se realice de manera sostenible. Además, brega para que se cumpla uno de los Derechos humanos, que es el de que toda persona pueda tener una vivienda saludable y digna.
La migración de personas desde las zonas rurales hacia el entorno urbano se ha hecho cada vez más visible. Y ha experimentado un aumento exponencial, especialmente en los últimos 40 años. Tras ese movimiento hay un vivo deseo de mejorar las condiciones de vida actuales. Y cimentar un futuro promisorio para sus hijos y para las generaciones venideras.
El problema es que mayoritariamente esta migración no permite que se cumplan estos anhelos. Las familias acaban hacinadas en cordones extra metropolitanos. Donde los servicios de salud y educación son precarios. Eso siempre y cuando existen. Esto implica que se disparan los índices de enfermedad y muerte y baja de manera brusca la escolarización y el nivel educativo y cultural de los pobladores.
Y esta situación va a peor. Los expertos vaticinan que casi el 60% de la población rural del mundo habrá migrado para 2030. Por lo que las periferias de las grandes ciudades sumarán nuevos asentamientos, que no contarán ni siquiera con la planificación urbanística mínima. Y la consecuencia de estas situaciones es un aumento de la pobreza. Al tiempo que también se dispararán las enfermedades y la contaminación y descenderá el nivel educativo de las generaciones venideras.
Cerrar la brecha
Además de la problemática antes mencionada, existen infinidad de conflictos (armados, climáticos, etc.) que fuerzan la migración y la pobreza. Y no se debe olvidar la enorme crisis social y de salud derivada de la pandemia de COVID-19. Estas circunstancias han generado nuevas olas de personas pobres.
En 2020 unas 120 a 124 millones de personas se vieron afectadas por la pobreza y esa cifra se incrementó en 2021, pasando a 160 millones aproximadamente. Es prioritario a nivel global abordar el problema de la pobreza y dar soluciones urgentes y reales. De nada sirve hablar del tema, si no se toman medidas aplicables y eficaces.
Por ello, el Día Mundial del Hábitat 2022 tiene como lema central “Cerrando la brecha” la idea es: ‘No dejar a nadie, ni ningún lugar, atrás’. Y para ello será necesaria no solo una fuerte inversión, sino también una planificación juiciosa y organizada. Tanto de las ciudades, como de los medios con los que se las dote. Con la vista puesta en dar soluciones sostenibles y aplicables.