El planeta agoniza cada día un poco más, razón por la que un «monstruo griego» podría salvarlo. Y no solo eso. Podría convertir en piedra al peor enemigo de la humanidad. El cambio climático es un fenómeno extendido que se siente prácticamente en cada extremo de la Tierra. Trae consigo diversas consecuencias, que contemplan diferentes aspectos de la vida.
Una de ellas tiene que ver con el incremento de la temperatura media de la Tierra. Esto ha derivado en el derretimiento de los glaciares y el deshielo de los polos, que al mismo tiempo eleva el nivel del mar. Bajo este marco, un gran número de zonas costes reportan inundaciones cada vez más frecuentes y graves.
Sumado a esto, el cambio climático también está ocasionando cambios en los patrones de precipitación. Ciertas regiones transitan por sequías más prolongadas y severas, lo que genera un impacto negativo en la agricultura y la disponibilidad de agua potable. Otras regiones están padeciendo inundaciones, lluvias intensas y pérdida de biodiversidad.
Cuál es el gran enemigo del planeta
Pero el gran enemigo del planeta no el cambio climático en sí, sino las emisiones de CO2 que lo provocan. Tras destaparse lo que está pasando con las emisiones de CO2 de forma exponencial, ha salido a la luz que un «monstruo griego» podría salvar el planeta.
Un grupo de investigadores suizos han conseguido capturar hasta un 94% del CO2 con una batería común que la transforma en piedra sin residuos tóxicos. En la lucha abierta contra el cambio climático, cada molécula de dióxido de carbono es importante.
En un laboratorio suizo se han propuesto acabar con él, o al menos transformarlo. Una bacteria común del suelo podría ser una solución más que eficaz para convertir el CO2 en piedra sólida, preparada para utilizarse en el mundo de la construcción.
La gran protagonista de este experimento es Bacillus megaterium, una bacteria conocida por su aplicación en biotecnología agrícola y producción de enzimas. Atesora un talento menos explorado, que es precipitar carbonato cálcico de forma natural.
Cómo es el «monstruo griego» que podría salvar el planeta
En determinadas circunstancias, este microbio transforma el CO2 en calcita, un mineral estable que es parte del calcio de las rocas sedimentarias. Lo llamativo no es solo que puede hacerlo, sino la manera y con cuánta eficacia.
En una prueba con niveles de CO2 presurizado más de 470 veces por encima del ambiente, esta bacteria pudo atrapar el 94% del carbono directamente desde el gas. No necesitó urea y evitó subproductos contaminantes como el amoníaco.
El proceso está basado en la enzima anhidrasa carbónica. Esta molécula transforma el CO₂ en bicarbonato, que después reacciona con iones de calcio para la creación de roca, sin dejar atrás compuestos tóxicos. La reacción tiene cierto nivel de compatibilidad con gases residuales ligeramente ácidos, como los de chimeneas industriales.
Proyección del «monstruo griego» que podría salvar el planeta
Esta alternativa bioquímica directa y limpia trae un beneficio esencial. Permite disminuir emisiones en el mismo lugar en el que se producen, como fábricas de cemento o acererías, sin depender de sistemas complejos de transporte o almacenamiento de carbono.
El uso de bacterias como Bacillus megaterium para tomar CO₂ y pasarlo a piedra puede ser clave para la época de transición energética que transitamos.
Algunas aplicaciones podrían ser sustituir parte del cemento Portlant en bloques y prefabricados por calcita bacteriana, instalar biorreactores modulares en fábricas con emisiones puntuales (por ejemplo, cerámicas, centrales térmicas o acerías), aprovechar residuos industriales ricos en calcio como materia prima e impulsar normativas que pongan por delante el desempeño y no la composición.
Este «monstruo griego» podría salvar el planeta de su peor enemigo: las emisiones de CO2. Mientras se define hasta qué punto llega esta vía, 5 proyectos reducirán 5000 toneladas de CO2.