Conocer el exceso de carga es importante para mejorar la seguridad en obra y poder actuar antes de que surjan problemas
La triboluminiscencia es un fenómeno óptico que se da cuando ciertas sustancias químicas y materiales se someten a procedimientos que conllevan la ruptura de enlaces químicos (tensión, trituración, etc), emitiendo luz. Esta propiedad, que puede tener aplicaciones en campos como la medicina, para la generación de imágenes médicas, ha sido investigada por Eleana Spavento, ingeniera de Montes y estudiante de doctorado argentina que trabaja con una beca Erasmus en la Universidad de Valladolid, en concreto en el Campus de Palencia.
Spavento ha detallado a DiCYT que la investigación surge del trabajo en la Universidad en el sector de la madera, en concreto en la caracterización de madera estructural para su uso en la construcción. “Tratamos de aplicar técnicas para mejorar ciertas especies madereras que no están siendo muy utilizadas porque no tienen características apropiadas para determinados usos”, detalla.
Observando los problemas que plantean estos materiales para su aplicación en la construcción, surgió el proyecto, que ha desembocado en la solicitud de una patente. “Se trata de conseguir un indicador de sobrecarga mediante la aplicación de ciertas sustancias químicas en la madera que nos puedan brindar un control de seguridad en obra”, explica la doctoranda, quien añade que este indicador consiste en la emisión de luminiscencia.
El control consiste en la aplicación de un producto químico que, una vez impregnado en la madera, emite una radiación en un espectro de luz detectable. Con los datos obtenidos de intensidad de la luminiscencia emitida, se determinan las relaciones existentes entre los valores de sobrecarga y la intensidad de luminiscencia. “Estamos analizando qué producto es mejor con la idea de obtener luminiscencia ante una sobrecarga de la madera, y que eso permita tener una seguridad en obra y saber actuar antes de que se produzca un colapso o algo más grave en la madera o la estructura. Para ello impregnamos el material con una sustancia que emite, concretamente, triboluminiscencia ante la deformación o ruptura de cristales de la sustancia química”, agrega.
La investigadora destaca la trascendencia del uso de la madera en la construcción y su nivel de industrialización, así como la importancia de estimar su vida útil en servicio, para lo cual se requiere conocer su resistencia máxima. “Esta vida útil dependerá de la especie maderera que se utilice, y además de la resistencia máxima un punto importante es tener una idea sobre cómo está la madera, para tener un control de la seguridad en obra y evitar, en caso extremo, su colapso o el de la construcción como tal”, precisa.
Becas Prometeo
El trabajo ha obtenido una de las becas de la presente edición del Programa Prometeo de la Fundación General de la Universidad de Valladolid cuyo fin último es proteger los resultados de proyectos y prototipos de alumnos de la Universidad de Valladolid. Se trata de desarrollar actividades de transferencia de conocimiento en el proceso formativo de los universitarios mediante la materialización y desarrollo de un proyecto cuyos resultados sean susceptibles de ser protegidos bajo cualquiera de los instrumentos de la propiedad intelectual e industrial existentes.
En 2012 se ha celebrado la cuarta edición del programa, en el que se han seleccionado como beneficiarios de la beca un total de seis proyectos. Además de proteger los trabajos los autores recibirán una compensación económica de 1.000 euros y formación específica en materia de innovación. Las becas Prometeo se enmarcan en el Proyecto de Transferencia de Conocimiento Universidad-Empresa (T-CUE) de la Junta de Castilla y León.