Schimidt ha explicado, en la rueda de prensa previa a su conferencia en la Fundación BBVA, que «es muy difícil calcular con qué velocidad va a crecer el conocimiento científico» pero, a su juicio, lo que se necesita «entre tantas teorías»
El premio Nobel de Física 2011, el astrónomo Brian Schmidt, ha señalado que «el conocimiento científico ha sufrido un crecimiento exponencial en los últimos 25 años», pero ha reconocido que, «ahora ese conocimiento se ha ralentizado». Según ha explicado, la astronomía moderna tiene tan solo 100 años, por ello se han hecho grandes avances, pero actualmente se ha parado en la complicada investigación sobre la energía oscura de la que, según ha explicado, «hay más de 5.000 teorías» y, por tanto «mucho caos y confusión».
Schimidt ha explicado, en la rueda de prensa previa a su conferencia en la Fundación BBVA, que «es muy difícil calcular con qué velocidad va a crecer el conocimiento científico» pero, a su juicio, lo que se necesita «entre tantas teorías» es «que alguien tenga una idea brillante».
Así, ha indicado que su descubrimiento de la expansión acelerada del Universo –por la que ganó el Nobel junto a Adam Rless– condujo a la astronomía a uno de los grandes misterios en el que trabajan numerosos científicos en la actualidad: la energía oscura. Schmidt ha señalado que sobre esta materia que aún «no se tiene idea» de lo que es y, actualmente «la mejor forma de averiguarlo es la constante cosmológica de Einstein».
«La constante cosmológica, que Einstein describió como su mayor error, podría ser mi mayor descubrimiento», ha señalado el Nobel de Física, quien ha indicado que esta teoría «hace predicciones específicas que se pueden comprobar».
En este sentido, el científico ha explicado que desde que realizó su descubrimiento (en 1998) se han escrito más de 5.000 artículos sobre su hallazgo pero no aportan ningún dato nuevo «porque están basado en lo que ya se había hallado». «Por ello, como investigador para mi ahora lo difícil es encontrar algo nuevo. Estudiamos la constante cosmológica para explicar la energía oscura porque no hay nada mejor», ha indicado Schmidt, que ha insistido en que ahora «solo falta que llegue la idea brillante».
«Quizás, hay que esperar 25 años o puede que sea mañana cuando llegue la brillante idea», ha explicado el astrónomo que, sin embargo, tiene esperanza en que «se sepa más de la energía oscura en un futuro no muy lejano».
UNO DE LOS DESCUBRIMIENTOS DEL S.XX
Scmidt, doctorado en Física y Astronomía por la Universidad de Harvard, es uno de los descubridores de lo que ha sido calificado por los expertos como uno de los descubrimientos del siglo XX. Según ha explicado, tras medir la expansión del Universo actual (‘la constante de Hubble’) en su tesis doctoral, su intención era medir a qué ritmo se expandía el Universo en el pasado, una cuestión «crucial» en cosmología vinculada a la edad de cosmos, a su composición e incluso a su destino.
Para lograr los resultados, Schmidt y su equipo midieron por métodos independientes la distancia a la que se encuentran un tipo de objetos astronómicos –las supernovas de tipo Ia– cuya luminosidad intrínseca se conoce bien. Escogieron 16 de estas supernovas muy lejanas, lo que implica muy atrás en el tiempo (la luz de los objetos lejanos tarda tanto en llegar que los astrónomos los ven como eran en el pasado), y midieron tanto su brillo intrínseco como a la velocidad que se alejan de la Tierra.
El resultado no dejaba lugar a dudas, las supernovas se veían menos brillantes de lo que cabría esperar si el ritmo de expansión del Universo fuera constante, por lo tanto, el Universo estaba acelerando.
«Cuando vi los datos me quedé horrorizado, pensé: ¿En qué nos podemos haber equivocado para obtener unas respuesta tan ridícula?», ha explicado Schmidt. El astrónomo ha explicado que en ningún momento dio por confirmado el hallazgo sino que estuvo «dos meses revisando los datos». «Solo entonces me convencí de que eso es realmente lo que estaban diciendo», ha apuntado.
Además, ha indicado que el descubrimiento fue «tan sorprendente» porque su tanto él como su equipo esperaban que el Universo se «estuviera ralentizando, por la atracción gravitatoria de la materia». En cambio, los datos decían que «la gravedad está funcionando de dos maneras: el 30 por ciento de ella atrae, como estamos acostumbrados, y el 70 por ciento parece estar empujando, repeliendo», lo que se conoce ahora como energía oscura.
«TENGO MÁS RESPONSABILIDAD TRAS EL NOBEL»
Tras recibir el Nobel hace casi año y medio, Schmidt ha explicado que tiene «más responsabilidad» porque «la gente ahora escucha» lo que dice. Además, ha reconocido que es «más cuidadoso» con lo que dice en público pero no renuncia a trabajar como lo ha hecho hasta ahora.
«Cuando ganas un Nobel la gente te pone en un pedestal y parece que tenemos que ser infalibles, pero es parte importante de un científico el cometer errores y forzar el límite de lo posible», ha apuntado.
Del mismo modo, ha explicado que la gente con formación científica básica tiende a creer que la ciencia es «o blanco o negro». En este sentido, ha señalado que «la ciencia siempre está incompleta». «La ciencia permite descubrir cosas que no sabías que sabías», ha concluido.
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