Expertos en arquitectura y diseño han creado Petting Zoo, una alucinante muestra de animales robóticos que simulan comportamientos biológicos y tienen la capacidad de aprender e interactuar con los visitantes.
Los expertos en arquitectura y diseño montaron Petting Zoo, una alucinante muestra de animales robóticos que simulan comportamientos biológicos y tienen la capacidad de aprender e interactuar con los visitantes, permitiendo ser acariciados y contemplados como si de animales reales se tratase.
Las robots, similares a medusas o serpientes marinas, están programadas en lenguaje Processing para reaccionar de diferente forma según la actitud y movimientos de la persona, mostrando emociones que fluctúan entre enojo, confusión, aburrimiento o curiosidad.
A partir de las experiencias que acumulan de la interacción con seres humanos, los robots se retroalimentan, al igual que un animal real, desarrollando respuestas más complejas y variadas frente a los estímulos que pueda recibir.
Según el fundador de Minimaforms, Theo Spyropoulos, los animales artificiales “minan la información y la habilidad de aprender gestos y actividades de los participantes en tiempo real”, agregando que “entre más tiempo vive la mascota, más aprende”.
A pesar de que en apariencia no se asemejan a animales reales, lo cierto es que los robots son todo un acierto, ya que representan lo que en un futuro -quizás no muy lejano- podría ser el reemplazo total de los zoológicos del planeta. Interesante propuesta: animales reales en libertad, robots que los emulan al alcance de todos.