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martes, octubre 3, 2023

Emprendimiento, innovación y estrategia

Por Javier Ruiz, doctor en ciencias químicas, ha trabajado en la universidad, la industria y en los centros tecnológicos, donde ha dirigido grupos de I+D+i sobre organización industrial, gestión y sistemas de innovación.

En los últimos tiempos he tenido la oportunidad de conversar con responsables de innovación y desarrollo de negocio de varias empresas industriales de tamaño grande (más de mil empleados) y de carácter global, y es interesante observar cómo el interés por la innovación se encuentra unido e incluso se desplaza hacia el emprendimiento corporativo o intraemprendimiento.

En primer lugar hay algunas consideraciones de contexto que me parece importante hacer. Por un lado, la forma legal de la empresa determina la estructura de relaciones que se establecen entre las diversas sociedades que la forman. Una de las formas societarias extendidas es la de “holding” o grupo de empresas con una propiedad común que crea filiales en cada país, de forma que éstas buscan optimizar el rendimiento a partir de sus activos y de la cartera de productos y servicios de la empresa global. Para ello establecen relaciones bien sea con centros de suministro, si la fabricación de un producto está fuera de España, o con centros de desarrollo, cuando se va a llevar a cabo la fabricación en el país y aquellos se encuentran en otros lugares, algo bastante común en empresas multinacionales. España no cuenta con muchos centros de desarrollo e innovación en este tipo de empresas, salvo cuando se trata de empresas españolas.

Por otra parte, destacar que en los últimos años la logística está jugando un papel determinante en la optimización y eficiencia de este tipo de empresas. Son las innovaciones en este plano las que han determinado mejoras significativas de la eficiencia vía racionalización de cadenas de suministro, uso intensivo de las tecnologías de información y comunicación para sincronizar las entregas, uso de estrategias “just in time” en la distribución, etc.

Me ha parecido interesante observar lo siguiente sobre sus formas de innovar:

  • Dado que el producto en muchos casos “viene impuesto” por la empresa matriz, así como el proceso y lugar de fabricación, sus grados de libertad para innovar aparentemente se reducen ¿o habría que decir que se amplian? Si consideramos “la innovación en el negocio” como algo más amplio que renovar el producto o servicio, las oportunidades de innovar en el modelo o sistema de negocio crecen. De este modo, en especial en productos de consumo, innovar en la forma de comercialización, en la experiencia de cliente, en la cadena de suministro o en la captura de valor modificando procesos se convierte en una necesidad y en algo común que es objeto de sus principales esfuerzos.

 

  • Está creciendo la importancia de la cadena de suministro, que se ha convertido en el foco central para su optimización y en muchos casos la viabilidad del producto. Así, hay casos en los que se produce una reingeniería de la cadena de suministro que incluye, cuando es aceptado por la casa matriz, relocalizar la fabricación buscando la reducción drástica de costes. Ello tiene relación, en los productos de consumo, con la pujanza que han cobrado las marcas de distribuidor (marcas blancas), que en España han logrado cuotas de mercado del 45% en algunos productos, con el consiguiente desplazamiento de primeras marcas, normalmente propiedad del tipo de empresas globales de las que hablamos. Las estrategias y métodos “Lean” es normal entonces que hayan cobrado de nuevo interés. Ello tiene relación con el auge de los modelos de negocio “low cost” que ha sido una de las consecuencias de la crisis económica.
  • Vender, vender, vender. Es obvio que este es un imperativo de ahora y de siempre. Todo lo que sea creatividad en los procesos y actos de venta es bienvenido: siempre que tenga resultados. Buscar nuevos canales, aumentar puntos de venta, crear nuevas experiencias para el cliente, mejorar las plataformas de comercio electrónico, y en todo caso desarrollar el espíritu emprendedor son imperativos para tratar de desarrollar los negocios.

Es por todo esto que me atrevo a hablar de un desplazamiento del foco en la “innovación” hacia el “emprendimiento corporativo” o intraemprendimiento.

Javier Ruiz, doctor en ciencias químicas, ha trabajado en la universidad, la industria y en los centros tecnológicos, donde ha dirigido grupos de I+D+i sobre organización industrial, gestión y sistemas de innovación. Formado como coach por Team Academy Finlandia.

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