La característica principal del carrito es un sistema de suspensión con giroscopio que mantiene al bebé siempre en posición horizontal, independientemente de lo abrupto del terreno por el que se viaja.
La tecnología nos brinda vehículos cada vez más avanzados y autónomos, y eso incluye también los cochecitos de bebés, que ya integran pantallas LCD, faros delanteros e incluso cargadores de teléfono. Lo último en este sentido se llama Strollever, y es un modelo más parecido a un rover de la NASA que a un carrito de bebé, ya que integra un sistema de suspensión que hace prácticamente imposible volcarlo.
El cochecito de bebé Strollever ha sido diseñado por Kim Hyeonseok, a quien se le atribuye también un inodoro futurista que se abre y cierra de forma automática al tiempo que monitoriza la salud del usuario. La característica principal del carrito es un sistema de suspensión con giroscopio que mantiene al bebé siempre en posición horizontal, independientemente de lo abrupto del terreno por el que se viaja.
Los sensores integrados en las tres ruedas detectan las irregularidades del suelo, tales como montículos de tierra o rocas, y el carrito ajusta la suspensión para no alterar la tranquilidad del bebé, que se mantendrá ajeno a todo lo que ocurra fuera del vehículo incluso si alguien lo golpea o intenta volcarlo.
Además, el cochecito futurista cuenta con un parabrisas de cristal resistente que protege al bebé de la radiación ultravioleta y otros elementos externos, con faros delanteros y un almacenamiento en la base.
Por el momento, no hay detalles acerca de cuándo o dónde podremos adquirir este modelo. No obstante, es un paso más hacia el carrito de bebé autónomo, que se pasee sin conductor cual coche de Google.
ep – INNOVAticias.com