Si unimos esos teléfonos móviles, accesorios, ordenadores o dispositivos de todo tipo con la vida diaria, podemos encontrar pequeños trucos que resuelven un problema tecnológico cotidiano de forma inteligente y, sobre todo, fácil. Atento a estos 10 ‘life hacks’ tecnológicos para tu día a día porque no tienen ninguna pérdida
Existen trucos para todo tipo de cosas, desde ‘smartphones’ hasta cómo combinar ropa, pero incluso la propia vida tiene sus propios consejos para que el día a día a sea más cómodo o sencillo. ¿Qué es lo que más se utiliza a lo largo de 24 horas? Dependerá de cada uno, pero posiblemente una de las respuestas más extendidas será la tecnología, sea en la vertiente que sea.
Si unimos esos teléfonos móviles, accesorios, ordenadores o dispositivos de todo tipo con la vida diaria, podemos encontrar pequeños trucos que resuelven un problema tecnológico cotidiano de forma inteligente y, sobre todo, fácil. Atento a estos 10 ‘life hacks’ tecnológicos para tu día a día porque no tienen ninguna pérdida.
1. UTILIZA UN MUELLE PARA QUE NO SE ROMPAN LOS CABLES
¿Cuántas veces has ido a utilizar tu cargador de móvil o tus cascos y te has encontrado con que el cable está doblado, o incluso roto, en la zona de la clavija de conexión? Si tienes un boli que no pinte por casa, tienes una solución eficaz.
Coge el móvil y desmóntalo para sacar el muelle que hay en su interior – el boli debe ser de los de ‘click’ -. Una vez tengas el muelle, colócalo en la zona del cable rota y verás cómo protege ahora mucho más, evitando que se llegue a romper del todo. Lo mejor es que uses este truco desde el principio, así tendrás tu cable como nuevo.
2. UTILIZA UN CUENCO COMO ALTAVOZ CASERO
Si no tienes un altavoz en casa pero quieres escuchar música con el móvil y el volumen de éste te parece bajo, utiliza un cuenco o un plato hondo para darle caña al asunto. No es lo mismo que utilizar un altavoz potente, pero te va a librar de más de un problema de escucha.
Basta con que coloques el móvil de tal manera que los altavoces estén de cara a la parte en la que el lateral del objeto se junta con la base (la curva que se forma). Deja espacio para el sonido rebote contra esa curva y salga disparado: si pones algo ahí, el sonido se oirá muy bajo.
3. UTILIZA UN ROLLO DE PAPEL HIGIÉNICO Y DOS VASOS DE PLÁSTICO COMO ALTAVOZ
Por muy útil que puede llegar a ser el truco anterior para tener un altavoz casero en una habitación, por ejemplo, es cierto que no vas a llevarte el plato o el cuenco de aquí para allá si sales de casa. La solución a esto es hacerte un altavoz portátil con un rollo de papel higiénico.
Tu ‘smartphone’ tiene que tener los altavoces en la parte inferior para que sea cómo situar el móvil e interactuar con él. Haz una rendija en el rollo de papel higiénico tumbado de tal manera que se pueda encajar el móvil. Para que el teléfono esté alzado, coloca en la parte inferior del rollo cuatro chinchetas clavadas de las grandes: tendrás la altura suficiente como para que el sonido se amplifique al colocar el terminal. A cada lado del rollo pega dos vasos de plástico de tal manera que la apertura quede en la parte delantera, ya que desde ahí se proyectará el sonido.
4. ARREGLA LAS PATILLAS DE TU TECLADO CON UN CLIP DE METAL
Seguro que tienes por casa el típico clip de metal grande con un enganche negro que nunca sabes para qué utilizar pero que siempre guardas por si las moscas. Pues tiene un uso fuera de lo común que te va a ayudar a arreglar las patillas de los teclados que tengas rotas (que no suelen ser pocas).
Separa la zona negra del clip en sí y engancha el metal en los huecos que han dejado tus patillas. Ya está, solo con eso volverás a tener tu teclado elevado y listo para utilizarlo como más te plazcas (cuando te canses, quita el clip para dejarlo plano y vuélvelo a poner si así lo deseas).
5. USA UNA CAJA Y ROLLOS DE PAPEL HIGIÉNICO PARA GUARDAR CABLES
Uno de los mayores dramas de la vida cotidiana son los dichosos cables: que si no se sabe para qué son, dónde están, por qué si se habían enrollado bien ahora cuesta tanto desenredarlos Estas cosas dan más quebraderos de cabeza que alegrías, por eso hay que encontrar una manera eficiente para organizarlos.
Coge una caja de cartón, aunque sea la típica que te viene cuando haces un pedido en Amazon: lo importante es que quepan los rollos de papel higiénico en vertical. Mete los cables en los rollos y pon con un rotulador el nombre del cable y para qué sirve en el propio cartón. Si tienes cables demasiado grandes, puedes crear un compartimento en la caja para poner rollos en horizontal.
6. ¿NO TE GUSTAN LOS ROLLOS DE PAPEL? ORDENA LOS CABLES EN BOLSAS DE CONGELAR
Puede ser que no te gusten los rollos de papel higiénico o que prefieras destinarlos a otras cosas. No pasa nada, hay otra forma de ordenarlo: utilizando bolsas de congelar (o bolsas transparentes con un cierre decente).
Lo malo de esto es que es plástico y no es muy ecológico que se diga, pero basta con guardar el cable en la bolsa y poner con rotulador de qué se trata para tenerlo todo bien ordenado. Así, si guardas todas las bolsas en un cajón, tendrás todo mucho más a mano y no tendrás que andar revolviendo demasiado.
7. USA LEGOS PARA SUJETAR CABLES
Los muñecos de Lego son algo muy típico para tener en casa si se ha jugado con ellos de pequeño, si se es coleccionista o si se tienen niños pequeños. Si te fijas, las manos de estos juguetes tienen el tamaño perfecto para enganchar un cable en ellas, así que es momento de aprovechar esto en la vida.
Coge el Lego, ponlo de pie en el escritorio o zona donde tengas los cables de carga de tus dispositivos, por ejemplo, y engancha dichos cables a sus manos. Así, tendrás siempre a la vista todas las conexiones y bastará con coger el cable para poner a cargar todo rápidamente.
8. USA TARJETAS DE PLÁSTICO PARA ENROLLAR AURICULARES
Que los auriculares se enrollen es un auténtico dolor, ya que puedes pasarte varios minutos desenrollándolos y acabar con tu paciencia en el proceso. Con una tarjeta de plástico (de crédito caducada o de propaganda, por ejemplo) podrás hacer que tus cascos no se vuelvan a enrollar nunca.
Coge la tarjeta en vertical. En la parte superior haz dos aberturas un poco distanciadas entre sí, pero en la misma línea horizontal: esta será el hueco en el que se quedarán tus auriculares. En la parte de abajo haz una única abertura que quede más o menos en el centro.
De esta manera, solo tendrás que introducir tus auriculares en la parte de arriba, enrollar el cable alrededor de la tarjeta y, cuando ya no quede mucha longitud, introducir la clavija de conexión del cable en el hueco inferior y hacer un pequeño nudo.
9. UTILIZA LA CAJA DE UN CASSETTE ANTIGUO O UNA TARJETA COMO SUJECIÓN
Seguro que te ha pasado alguna vez que has querido ver un vídeo en el móvil pero no tenías donde apoyar el teléfono sin que éste se cayera. Pues bien, si tienes alguna cinta de cassette antigua en su caja o una tarjeta de plástico como las del truco anterior, tienes un buen estante.
Con el tema de la caja, tan solo saca la cinta de su interior y coloca el móvil en la posición que quieras: se sujetará sin ningún problema. Si te decantas por la tarjeta, ponla en vertical y realiza dos dobleces, uno en la parte superior y otra en la inferior, para que quede como en forma de “S”: uno de los dobleces te servirá para sujetar el ‘smartphone’ y el otro como apoyo en la mesa.
10. GUARDA ALGO DE DINERO EN LA FUNDA DE TU MÓVIL
Puede que te parezca una tontería o la mejor idea del mundo, pero el caso es que este ‘truquillo’ te puede llegar a sacar de más de un apuro, sobre todo cuando no llevas nada de efectivo encima, te dejas la cartera en algún sitio o te la roban sin que tu te enteres.
Si metes un billete de 5 euros entre la funda y la parte trasera de tu ‘smartphone’, no se va a notar en absoluto y puede venirte muy bien si tienes que coger algún autobús o metro inesperadamente o si tienes que comprar algo repentino en el supermercado pero no llevas nada de dinero en otros lados.
ep