Por sectores, según señala la Consejería en una nota, el personal femenino dedicado a I+D+i en Andalucía desempeña mayoritariamente su labor en el ámbito de la enseñanza superior (universidades), donde se ubica más de la mitad de estas mujeres (50,1%). Le siguen la administración pública (27,6%), las empresas (22,2%) y, de forma residual, las entidades sin fines de lucro (0,1%).
El porcentaje de mujeres que realizan I+D+i en Andalucía está por encima de la media nacional, según datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y analizados por la Unidad Estadística de la Agencia Andaluza del Conocimiento, dependiente de la Consejería de Economía y Conocimiento de la Junta andaluza. Este porcentaje en la comunidad es del 41,7 por ciento –frente al 40,5 por ciento que supone la media nacional–, lo que se traduce en 9.811 mujeres que trabajan como investigadoras y como técnicos y auxiliares de I+D+i.
Por sectores, según señala la Consejería en una nota, el personal femenino dedicado a I+D+i en Andalucía desempeña mayoritariamente su labor en el ámbito de la enseñanza superior (universidades), donde se ubica más de la mitad de estas mujeres (50,1%). Le siguen la administración pública (27,6%), las empresas (22,2%) y, de forma residual, las entidades sin fines de lucro (0,1%).
Dejando al margen al personal técnico y auxiliar, y tomando en cuenta únicamente a las investigadoras, se observa que el porcentaje de éstas también supera ligeramente la media española, con un 39,4 por ciento frente al 39 por ciento, respectivamente.
Cabe destacar que el número de mujeres investigadoras en Andalucía ha experimentado un aumento del 3,3 por ciento, según cifras de 2015 –últimas disponibles–, un dato significativo considerando que este indicador acumula cinco años de descenso continuado desde 2010, cuando registró una bajada de casi un punto (-0,8%).
DIFICULTADES PARA AVANZAR EN LA ESCALA
Las investigadoras que realizan su trabajo en el entorno universitario lo hacen mayoritariamente dentro del ámbito de las ciencias sociales (29,7%), las ciencias exactas y naturales (20,8%) y las ingenierías y estudios tecnológicos (18,1%). Por otro lado, las que trabajan para la administración pública lo hacen principalmente en los ámbitos de las ciencias médicas (62%) y las ciencias agrarias (22%).
Por otro lado, las dificultades de avanzar en la escala investigadora de las mujeres queda patente también en los indicadores analizados. Así, el porcentaje de investigadoras principales (IP) que lideran grupos de investigación andaluces es del 25,9 por ciento frente a un 74,1 por ciento de hombres. Los grupos que lideran son principalmente grupos que investigan en materias relacionadas con las humanidades (34,4%), las ciencias sociales y jurídicas (15,9%), las ciencias y tecnologías de la salud (15,5%) y, en menor medida, las ciencias exactas (8,8%) y otras.
Por último, atendiendo a la transferencia de conocimiento e innovación, también se observan marcadas diferencias de género. De esta forma, el 95,3 por ciento de las solicitudes de patentes en Andalucía en 2015 fueron registradas, de forma abrumadora, por personal investigador masculino, frente a tan sólo un 4,7 por ciento de solicitudes presentadas por investigadoras.
ep