Tres tecnologías verdes muy ingeniosas

Publicado el: 21 de septiembre de 2017 a las 13:12
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Tres tecnologías verdes muy ingeniosas

“Estos son tres ejemplos muy esclarecedores, de como las tecnologías verdes, o sea todas aquellas que respetan el Medio Ambiente, son capaces de ofrecer soluciones prácticas y viables, para problemas que, una vez aplicadas, dejan de serlo.”

Preguntarle a Alexa

Los desechos de alimentos generan 940 billones de euros anuales y mundiales, en pérdidas económicas y gran parte del problema reside en el tratamiento de los residuos domésticos. Sólo en el Reino Unido, el público tira a la basura 1,4 millones de plátanos comestibles cada día, pero los avances de la tecnología verde apuntan a limitar este desperdicio de comida.



 

Existen un montón de aplicaciones que ofrecen ideas de recetas para reaprovechar la comida y no generar más desperdicios. Entre ellas destaca un dispositivo inteligente llamado Alexa con la que Amazon ayuda a los consumidores a aprender a almacenar y reciclar los alimentos, en lugar de descartarlos en los contenedores.



Recientemente se le agregó a Alexa un nuevo dispositivo llamado Echo, coincidiendo con la campaña de NRDC “Salven la comida”, que responde a los usuarios acerca del almacenamiento correcto de los productos y de la seguridad que representa consumirlo, basándose en diferentes parámetros (fecha de caducidad, apariencia, etc.).

 

Biogás espinoso

El cactus no solo es uno de los iconos nacionales de México, sino que también se emplea para preparar alimentos, medicamentos, bebidas, etc. Pero la tecnología verde en manos de investigadores especializados en energías renovables, está apuntando al aprovechamiento no solo de la parte interna del cactus, sino también de las afiladas espinas que erizan su exterior.

 

Hasta ahora, las espinas del cactus se consideraban desechos, pero en la actualidad están comenzando a emplearse para la fabricación de biogás. Con unas 3.600 toneladas de residuos, es posible producir 200.000 toneladas de gas cada año.

La empresa Suema fue la pionera, construyendo una planta cerca del mercado del cactus de Milpa Alta, con la que se generarán 175kwh de energía, en base a descartes de los cactus y con los restos de piel se fabricará una tonelada anual de compost. El proyecto ha costado unos 800.000 euros y cuenta con el respaldo del gobierno de la Ciudad de México.

 

Vagones cuesta abajo

La naturaleza intermitente de las energías eólica y solar requiere que para lograr un nivel de eficiencia aceptable se dependa en última instancia, de la capacidad de almacenar los vatios sobrantes, con el fin de emplearlos según la necesidad y demanda de las redes.

Sin embargo, el sistema Ares (almacenamiento de energía ferroviaria avanzado), implantado en California, afirma que es posible reutilizar la energía potencial de los ferrocarriles y que ello puede mejorar los costos y potenciar los beneficios ambientales, en comparación con las técnicas tradicionales que se emplean para almacenar energía.

 

La solución Ares funciona de manera similar, al sistema de frenada regenerativa de los vehículos eléctricos. En este caso, durante los períodos de súper producción, el excedente de energía se emplea para impulsar una locomotora eléctrica reutilizada, que transporta a los vagones de ferrocarril hasta una colina.

Pero esta energía no se desperdicia, sino que, en los períodos de menor energía, los vagones ferrocarril vuelven a rodar cuesta abajo, convirtiendo la energía potencial en cinética y alimentando a los generadores de a bordo. La electricidad producida se aporta a la red, en un ciclo que no genera degradación, ni emisiones.

 

REDACCION/ECOTICIAS.COM

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