“Fabricar ropa biodegradable a partir de metano recuperado, generar electricidad de las lágrimas o colocar paneles solares de la misma forma que se hace con una alfombra, son algunas de las tecnologías verdes más innovadoras y asombrosas, de los últimos tiempos.”
Lagrimas eléctricas
Los médicos dicen que, a veces es bueno llorar un rato y liberar emociones, para sentirse mejor. En el futuro, las lágrimas podrían ser utilizadas como fuente de energías renovables. Los científicos del Instituto Bernal publicaron recientemente sus hallazgos al respecto, en las Cartas de Física Aplicada.
Una proteína que se encuentra en las lágrimas, en la saliva y en las claras de huevo, puede producir una pequeña carga eléctrica, una vez que se le aplica presión. Dicha proteína llamada lisozima, podría ser capaz de generar electricidad de manera orgánica y no tóxica, una técnica que resultaría de gran utilidad, por ejemplo, para la tecnología biomédica.
Según lo publicado, los científicos añadieron lisozima en polvo a una solución y posteriormente, le colocaron un electrodo. Una vez que la base de líquido se evaporó, el residuo se secó y cristalizó. Esta sustancia fue nuevamente expuesta a los electrodos, mientras se ejercía presión sobre ella, obteniendo de esta forma, la emisión de una pequeña carga eléctrica.
Paneles solares enrollables
Colocar paneles solares en techos de casas o en azoteas de edificios, es algo muy común en muchos sitios del mundo, pero, aun así los expertos en tecnologías verdes están aguzando el ingenio, para aprovechar todavía más, las superficies.
La firma británica Renovagen está intentando potenciar espacios de generación de energía solar y para ello, lleva a cabo un proyecto piloto en la isla de Holm, situada en el país de Gales, que tiene una extensa zona de llanuras.
El Ayuntamiento de Cardiff, que es quien gobierna sobre la isla, permitió la colocación de este tipo de paneles solares, que se despliegan como tramos de alfombra y que proporcionaran energía, para un complejo turístico cercano.
El sistema solar fotovoltaico Rapid Roll utiliza paneles solares flexibles, que transporta una unidad de remolque y que pueden desplegarse como una alfombra, en pocos minutos. Los paneles son capaces de proporcionar 11 kW de potencia, una versión más grande, de 300 kW se puede instalar en una hora.
Del metano a la ropa
A medida que se insiste en el tema de los gases de efecto invernadero, el dióxido de carbono suele tomarse como el más preocupante, aunque el metano puede ser casi 90 veces más peligroso. Por esta razón, muchas compañías están empeñadas en solucionar estos inconvenientes y buscan formas de atrapar este gas, para darle otros usos.
Mango Materials emplea el metano residual para alimentar cierto tipo de bacterias, con las que se produce una fibra similar al poliéster, que además, es 100% biodegradable y con la cual se pueden confeccionar diferentes tipos de prendas.
La ropa resultante puede ser compostada después de ser utilizada, pero incluso si termina en vertederos y se biodegrada, el metano liberado, todavía puede ser capturado nuevamente por la compañía y ser reutilizado en la creación de más material.
Muchas empresas textiles ya están probando el producto, mientras que Mango Materials está en conversaciones con granjas y productores de lácteos (el ganado bovino es el mayor emisor de este gas), para colocar sistemas de captura de metano, más cercanas a las fuentes de generación.