Combate la desmotivación, adelgaza y ten una vida saludable. Para llevar a cabo cambios radicales en nuestras vidas como adelgazar o dejar de fumar, no se debe caer en la tentación de intentarlo todo junto, porque es muy posible que no lo consigamos. Hay que tener en cuenta que la voluntad tiene un límite, que no es conveniente sobrepasar.
Hay varios trucos que suelen funcionar, como escalonar las metas, ir alargando en el tiempo los objetivos o comenzar por metas pequeñas que, luego juntas, tendrán un efecto mayor. También suele ser eficaz poner en práctica los cambios a primera hora del día, cuando el cuerpo está descansado y la mente mejor oxigenada, por lo que soportará mejor la presión.
Metas reales
Cada meta que nos pongamos debe ser alcanzable, ya que, si estamos acostumbrados a comer bollería y azúcares, no es conveniente tratar de dejarlo todo de un día para el otro. Ni el cuerpo ni la mente lo resistirán (el azúcar tiene un componente adictivo). Paso a paso, lento, pero con seguridad y firmeza, para que la voluntad no flaquee.
La clave es estar convencido de que lo que vamos a hacer es bueno para nosotros, ya que para realizar cambios realmente drásticos hacen falta buenas razones detrás de ello. Un ejemplo es el de aquellas personas que tienen antecedentes familiares de enfermedades relacionadas con la alimentación, para ellos llevar una vida saludable es más que una elección, una necesidad, pero la motivación será crucial para lograrlo.
Entrenamiento adecuado
Realizar ejercicio es uno de los complementos indispensables para bajar de peso y luego, para mantener una vida saludable, por lo que uno de los mejores consejos es hacerlo a primera hora, en un sitio en donde te sientas bien, utilizando la indumentaria más apropiada y practicando el o los deportes que realmente te agraden.
Es fundamental encontrar la actividad deportiva que mejor se adecue al estilo de vida de cada persona, porque no solo para realizar un buen entrenamiento de cada parte del cuerpo, sino para sentirse bien haciéndolo, algo que sirve como aliciente y ayuda a motivarse para seguir adelante. No te obsesiones, comienza de a poco y pásatelo bien mientras lo haces.
Alimentos
Si vas a ponerte a dieta, ve a tu cocina y haz una limpieza drástica: elimina el azúcar y los productos que la contengan: bollería, chocolates, bombones, chicles, caramelos, chuches y galletas, los embutidos, las pastas y el arroz que no sean integrales, los productos muy grasos y todo lo que te parezca que puede hacerte caer en la ‘tentación’.
Si no puedes eliminarlo de tu alacena, al menos hazte una, solo para ti. Ve a hacer la compra con el estómago lleno, lleva una lista y cíñete a ella. Olvídate de las ‘ofertas’ y promociones y compra frutas y verduras frescas, congeladas o enlatadas (verifica que no contengan químicos), pescado, algo de carne si te apetece, legumbres, pastas y arroces integrales, lácteos desgrasados, frutos secos, etc.
Gánale el pulso a tu voluntad
No hay nada que desmotiva más que las obsesiones. Si nos ponemos a dieta y pasamos el día entero pensando en comida y sufriendo por cada cosa que nos estamos negando, esta no será eficaz. Debemos hacer un esfuerzo para distraer nuestra mente de esos pensamientos recurrentes: leer un libro, hacer una llamada, realizar una acción que nos agrade, etc.
Cada paso que avancemos nos motivará para dar el siguiente. Controlar el peso y comprobar que bajamos, preparar platos sanos y disfrutarlos, superar las agujetas de los primeros días, comprobar que se reducen nuestras medidas, son alicientes que no debemos dejar de lado nunca. esa será la mejor de las ayudas para seguir adelante y conseguir tus metas. Combate la desmotivación, adelgaza y ten una vida saludable.