Este metaanálisis investiga la efectividad de las actividades al aire libre para reducir la aparición de miopía en niños y adolescentes mediante el análisis de los cambios en la elongación axial y el error refractivo equivalente esférico. Los criterios de elegibilidad se dirigieron a niños y adolescentes de 6 a 18 años con diferentes niveles de exposición al aire libre. Los resultados primarios fueron la elongación axial y el cambio equivalente esférico.
Las actividades al aire libre redujeron o retrasaron significativamente la aparición de la miopía, con una diferencia media de longitud axial de −0,08 mm por año (IC del 95 %: −0,09 a −0,07) y una diferencia equivalente esférica de 0,16 dioptrías por año (IC del 95 %: 0,07 a 0,25).
Estas diferencias se observaron después de 1 año de intervención y se mantuvieron hasta 3 años, con una exposición diaria al aire libre de entre 40 y 120 min. La heterogeneidad fue de moderada a alta, pero los análisis de sensibilidad confirmaron la solidez de los resultados.
La miopía infantil y la naturaleza
Las actividades al aire libre, especialmente con exposición prolongada a luz intensa, reducen o retrasan eficazmente la aparición de la miopía en niños y adolescentes. Este estudio enfatiza la importancia de la intensidad de la luz para maximizar los beneficios de las intervenciones al aire libre y destaca las diferencias regionales en la efectividad, sugiriendo que los factores ambientales juegan un papel importante en los resultados.
Una investigación liderada por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) concluye que las actividades al aire libre reducen significativamente o retrasan la aparición de la miopía en niños y adolescentes. Los detalles se publican en Acta Ophtalmologica.
“Con base en la evidencia existente, recomendamos al menos dos horas diarias de exposición al aire libre, preferiblemente con intensidades de luz superiores a 10 000 lux, para maximizar los efectos protectores contra la miopía”, señala Miguel Ángel Sánchez Tena, investigador del Departamento de Optometría y Visión de la UCM y uno de los autores. “Integrar estas salidas en las rutinas escolares y extracurriculares podría desempeñar un papel crucial en la reducción de la incidencia de aparición de la miopía”, añade.
El estudio contó con 16.597 participantes de entre 6 y 18 años, y observó una diferencia media en la longitud axial de -0,08 mm por año y una diferencia en el equivalente esférico de 0,16 dioptrías por año, con efectos sostenidos hasta por 3 años.
El efecto también depende del lugar
Sobre las diferencias regionales, los investigadores destacan variaciones significativas en la efectividad de las actividades al aire libre en función de factores ambientales y socioeconómicos.
En regiones con mayor intensidad de luz natural, los efectos protectores contra la miopía son más pronunciados debido a la exposición a niveles de luz. Por otro lado, en áreas urbanas densamente pobladas, donde los espacios verdes, la naturaleza y la luz natural son más limitados, la efectividad de estas actividades puede verse reducida.
Los resultados son útiles para diseñar intervenciones preventivas contra la miopía en niños y adolescentes, sugiriendo que aumentar la exposición diaria a actividades al aire libre puede ser una estrategia efectiva. “Esto se puede aplicar en políticas de salud pública y en recomendaciones para padres y educadores”, añaden los investigadores.
El siguiente paso, según los autores, es realizar estudios adicionales para confirmar estos hallazgos y explorar más a fondo las diferencias regionales y los factores ambientales que influyen en la efectividad de las actividades al aire libre, así como investigar la duración óptima y la intensidad de la exposición a la luz para maximizar los beneficios.