Los expertos aseguran que con este término se alude a la necesidad de dedicarnos unos minutos al día – entre 15 ó 20 – para mimarnos, reconectar con nuestro cuerpo y con la naturaleza. Para ello, la cosmética ‘slow’ emplea en su rutina de belleza productos naturales y respetuosos con el medio ambiente. De esta manera, nos mimamos y dejamos atrás el estrés diario.
Slow Cosmétique es ante todo el nombre registrado de un movimiento y una asociación creada por Julien Kaibeck. Este columnista y autor belga cree que los mejores cosméticos se encuentran en la naturaleza. Que por tanto de nada sirve gastar fortunas en productos que contienen aditivos a veces peligrosos y cuya eficacia no siempre es real.
Slow Cosmétique ofrece una alternativa válida a una sociedad que se cuestiona cada vez más del contenido de los productos convencionales. Y su idea es eliminar por completo los ingredientes problemáticos recurriendo a la naturaleza. Con el objetivo de no dañar de forma alguna a la piel.
La Asociación Slow Cosmétique está compuesta por personas que trabajan de forma voluntaria. Se dedican a informar a la gente para que cada vez haya una mejor comprensión de la cosmética. A través de conferencias y talleres, permite adentrarse en un consumo responsable de los productos de belleza.
Uso supervisado de productos naturales
La Slow Cosmétique no implica usar ingredientes naturales de cualquier manera. Cada aceite esencial tiene propiedades muy específicas. Cada aceite vegetal ofrece un cuidado particular. Así que, ya sea para la piel o el cabello, para cada perfil y cada persona existirá una solución natural a su medida. Con el objetivo de que la efectividad esté asegurada.
Por lo tanto, la Cosmética Lenta se entiende sobre todo como un enfoque educativo. Pretende ayudar a descifrar mejor las etiquetas y las listas de ingredientes para ser un consumidor responsable. Y aconseja otras formas, más suaves, sanas y, por tanto, más naturales, de cuidar el cuerpo o el rostro.
Una de las características más importantes de la Slow Cosmétique es que puede ser adoptada por toda la familia. Sin importar edades, ni sexos, ni tipos de pieles. Es factible ayudar a los mayores con sus pieles sensibles y frágiles. Hay soluciones para jóvenes y niños que traten sus afecciones específicas. También para mujeres y hombres.
Buenos consejos
Sin embargo, esto no significa tener que hacer tus propios cosméticos o usar solo productos simples. Si bien esta práctica es una parte importante del movimiento Slow Cosmétique, no es obligatoria. Lo importante es apostar por productos que realmente sigan un enfoque saludable y de cosmética ecológica.
Se debe ir cambiando de forma gradual los productos que se están utilizando en la actualidad, por los de Cosmética Lenta. Pero antes es importante verificar si lo que estamos empleando no cumple con sus criterios. Luego, gradualmente, puede reemplazarse por otros productos. Si el método resulta efectivo, será un aliciente para seguir poniéndolo en práctica.
