¿Quién decide lo que tú comes? El informe se titula «La ilusión de la elección: por qué alguien ya decidió lo que comerás para el almuerzo». En él se explicita como, comprar, preparar y consumir alimentos son en gran medida el resultado de las decisiones que se han tomado en el sector alimentario. En lugar de ser elecciones que toman los consumidores.
El mismo hace un llamamiento a los responsables políticos para que hagan que las dietas que resulten saludables sean fáciles y accesibles para los consumidores europeos. Estas deben basarse más en plantas. E incluir «menos y mejores» productos animales.
Este informe coincide con el lanzamiento de una nueva «revisión de evidencia» por parte de SAPEA. Este es un consorcio de científicos independientes que asesora a la Comisión Europea. Y que confirma las fuertes influencias a las que están sujetas las elecciones de alimentación por parte de los consumidores.
Entorno alimentario inadecuado y consumo dirigido
El “entorno alimentario” condiciona las elecciones a las que se enfrentan las personas. Este es un concepto que incluye el marketing y la publicidad del sector alimentario. Las ofertas promocionales, la disponibilidad y el precio de los alimentos. E incluso la disposición espacial de los mismos en tiendas y supermercados.
Actualmente, los entornos alimentarios empujan en gran medida a los consumidores hacia alimentos poco saludables e insostenibles. Y esto sucede porque son las opciones más disponibles y publicitadas. Y a menudo, también las más baratas.
Los ciudadanos europeos quieren comer alimentos que aseguren el bienestar animal. Sin embargo, a menudo no son los alimentos de mayor bienestar o de origen vegetal los que llaman la atención de las vallas publicitarias o los estantes de los supermercados. Si no los productos animales no sostenibles. Es decir, los que salen de una macrogranja o de la cría intensiva e industrializada.
Esto es algo que necesita cambiar y con urgencia. Los formuladores de políticas de la UE deben tomar medidas para permitir que los consumidores tengan las mismas opciones de optar por productos de origen vegetal. Y que sus alimentos les proporciones mayor bienestar y una vida saludable.
Faltan opciones saludables
¿Por qué a menudo cuesta más comprar fruta que una bolsa de snacks con exceso de sal o de otras opciones poco saludables, colmadas de azúcar y productos químicos? Comer de manera saludable y sostenible debe convertirse en la opción habitual, no en un lujo.
Los supermercados deben dejar priorizar ofertas que nos empujen justamente a comprar los alimentos y bebidas que necesitamos consumir menos. Y en su lugar, deben enfocarse en promociones que apoyen unas dietas más saludables y basada en alimentos ecológicos. Los gobiernos también deben intervenir para garantizar que todos los consumidores puedan permitirse comprar alimentos que sean buenos para su salud y para la del planeta.
Nuestros entornos alimentarios actuales están diseñados para maximizar los alimentos nutricionalmente pobres. Lo que lleva a que las personas padezcan una larga lista de enfermedades no transmisibles como la hipertensión, la diabetes o la obesidad. Y que su incidencia sea cada vez mayor para la sociedad y los sistemas médicos.
Los formuladores de políticas tienen la responsabilidad de revertir esta situación en la que nuestros entornos alimentarios nos enferman. Por ello deben ayudar a las personas a elegir alimentos saludables y sostenibles. Y eso solo puede hacerse convirtiéndolos en una opción prioritaria y relevante.