La gallega lleva 16 años vinculada a la cooperativa ecológica Verín Biocop pero siempre tuvo la motivación de crear algo propio: “He dedicado toda mi vida al sector ecológico pero quería embarcarme en mi proyecto. Siendo la producción de castañas tan importante como es en Galicia no había nada en ecológico, ni ninguna empresa transformadora”.
Pecado de Outono es el proyecto de Anabel Dacosta y José Feijoó Gago. Castaña fresca y seca, harina de castaña y picón de castaña son los productos que comercializan desde Riós, un pueblo del interior de Ourense, de gran fama por sus castaños centenarios. Participan en cada edición de BioCultura y Anabel asegura que esperan con ganas la celebración de BioCultura Coruña.
La gallega lleva 16 años vinculada a la cooperativa ecológica Verín Biocop pero siempre tuvo la motivación de crear algo propio: “He dedicado toda mi vida al sector ecológico pero quería embarcarme en mi proyecto. Siendo la producción de castañas tan importante como es en Galicia no había nada en ecológico, ni ninguna empresa transformadora”. Dacosta, licenciada en Biología, nunca se planteó hacerlo de otra manera que no fuese en ecológico, porque “no podía ser de otra manera. Estudié Biología y entiendo que la única forma de hacer las cosas es respetando el entorno que nos rodea”. Hace años que decidió hacer un cambio poco común: de la ciudad al campo, una decisión que en su entorno fue cuestionada. “Mis padres al igual que mucha gente de su generación huyeron del rural buscando prosperidad en la ciudad. Yo quise volver al rural y esto choca”.
CASTAÑA DE TODAS LAS FORMAS
Asegura que la castaña fue parte fundamental de la alimentación gallega durante años. Y que alcance la posición que tenía es difícil. Apostaron por recuperar las pilongas, que son castañas deshidratadas, y están teniendo mucho éxito. “La gente ha comenzado a dar valor a los productos elaborados a partir de castaña como las mermeladas, la cerveza, la harina, pastas, incluso hay licor elaborado con castaña”, sostiene; y agrega que la harina de castaña no contiene gluten y es una harina muy apta para repostería, lo que no ocurre con otras harinas. Además tiene muchos nutrientes.
RECUPERANDO CASTAÑOS ABANDONADOS
Un castaño tarda 20 años en crecer, así que decidieron recuperar árboles que estaban abandonados. “Nos ponemos en contacto con los dueños para pedirles permiso y a cambio cuidamos los árboles, los recuperamos porque en muchos casos están enfermos, limpiamos la finca… Hay ejemplares de más de 300 años”. En estos momentos trabajan con unos 300 árboles. Dacosta explica que el cambio en el clima está afectando a la producción de castaña. “Este año por la sequía la recogida de la castaña se adelantó un mes. Después tuvimos que interrumpirla y comenzarla más tarde, pero ha sido una temporada muy mala. La castaña ha salido con mucho bicho”.