La espinaca ecológica (Spinacia oleracea) es una planta de la familia de las amarantáceas (como la quinoa o la remolacha) que provienen de la antigua Mesopotamia. A España llegaron de la mano de los árabes en el siglo XI y cuatro centurias más tarde ya eran una verdura popular en toda Europa, desde donde se extendió a todo el mundo.
Tiene hojas tiernas, de un color verde brillante y con una textura muy delicada. Puede consumirse cruda, hervida (muy ligeramente para que no pierda su color y sus propiedades y nutrientes) o frita y es un ingrediente muy versátil, imprescindible en la cocina de cualquiera que pretenda tener una vida saludable.
¿Por qué consumir espinaca ecológica?
La espinaca ecológica es rica en vitamina K, A, D y C, además aportan ciertos minerales imprescindibles para el buen funcionamiento del organismo, como Manganeso, Potasio, Calcio, Magnesio y Hierro. La lista de fitonutrientes que posee también es extensa: luteína, betacaroteno, zeaxantina y clorofila. Además, tiene fibra y proteínas vegetales y cero grasas.
Fortalece los huesos
La combinación de elementos que contienen la espinaca ecológica es ideal para fortalecer al sistema óseo, ya que el Calcio, la Vitamina D o el potasio son reconstituyentes de los osteocitos y los péptidos de osteocalcina que intervienen en la formación ósea necesitan Vitamina K para sintetizarse.
Mejora la vista y el sistema inmunológico
Los fitonutrientes de la espinaca ecológica son grandes estimulantes del sistema inmunológico y la luteína y la zeaxantina migran a la mácula y desde allí bloquean los rayos más dañinos de la luz solar protegiendo al ojo. El consumo de espinacas ecológicas se vincula a la menor incidencia de degeneración macular en personas mayores.
Protege la piel y el cabello
La vitamina A de la espinaca ecológica actúa como un “repelente” de elementos extraños, por lo que ayuda a la piel a protegerse de virus, parásitos y bacterias. Además, participa activamente en el desarrollo celular, por lo que su consumo promueve el crecimiento de los tejidos en general y del cabello y las uñas en particular.
Promueve una buena salud cardíaca
Uno de los elementos que aporta la espinaca ecológica es la luteína, un eficaz elemento de prevención contra el engrosamiento de las paredes arteriovenosas. Esto reduce de forma significativa el riesgo de sufrir infartos. Sus nitratos son preventivos de accidentes cardíacos y evitan la fijación de las grasas en la musculatura cardíaca y las venas y arterias. Espinaca ecológica: una verdura saludable para toda la familia.