Un proyecto europeo coordinado desde Córdoba ofrecerá soluciones agrarias eficaces para paliar el cambio climático mediante la utilización de técnicas sostenibles. Así, se espera que las acciones desarrolladas gracias a esta iniciativa reduzcan hasta un 20 por ciento las emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera que produce la labranza del suelo por la fragmentación que ésta ocasiona.
El proyecto Life+ Agricarbón se aplicará en tres fincas piloto del Valle del Guadalquivir. Esta iniciativa tiene un periodo de ejecución de cuatro años.
Un proyecto europeo coordinado desde Córdoba ofrecerá soluciones agrarias eficaces para paliar el cambio climático mediante la utilización de técnicas sostenibles. Así, se espera que las acciones desarrolladas gracias a esta iniciativa reduzcan hasta un 20 por ciento las emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera que produce la labranza del suelo por la fragmentación que ésta ocasiona.
La Universidad de Córdoba (UCO) ha conseguido cerca de 2,7 millones de euros para poner en marcha el proyecto Agricultura Sostenible en la aritmética del Carbono. Life+ Agricarbon, siendo ésta la iniciativa española que más apoyo económico recibirá dentro de la convocatoria europea Life +, de Medio Ambiente, según sus responsables.
En concreto, se trataría de buscar nuevas fórmulas para sustituir, poco a poco, la agricultura convencional, que incrementa de forma considerable la escorrentía y la erosión del suelo así como la contaminación de los ríos por los sedimentos, fertilizantes y pesticidas. De hecho, las técnicas agrarias tradicionales, además de reducir la sostenibilidad de la agricultura, disminuyen la biodiversidad e incrementan las emisiones de CO2 a la atmósfera contribuyendo así al calentamiento global del planeta.
Sin embargo, todos estos efectos negativos que conlleva la forma convencional de trabajar el suelo podrán invertirse gracias al proyecto de agricultura sostenible que, durante un plazo de cuatro años, se va a desarrollar sobre una red de parcelas demostrativas situadas en tres fincas piloto del Valle del Guadalquivir y en la que se evaluarán todos los parámetros de estudios en una rotación de cultivos extensivos típicos de la zona, como el trigo, el girasol o la leguminosa. No obstante, se analizarán los resultados obtenidos tras la puesta en práctica de estas técnicas de la agricultura de precisión y de conservación pero también aquellas otras convencionales para conocer las diferencias tras un proceso de comparación.
Plataforma digital
En cualquier caso, según ha explicado el presidente de la Asociación Española de Agricultura de Conservación de Suelos Vivos, Jesús Gil Ribes, se espera obtener efectos beneficiosos sobre el medio ambiente, como la reducción drástica de la erosión, la preservación de los recursos suelo, agua y aire, el ahorro energético, el efecto sumidero del carbono atmosférico y la reducción de las concentraciones de gases de efecto invernadero.
Gil Ribes también ha destacado que la agricultura constituye la tercera actividad productiva emisora de gases invernadero. En este sentido, uno de los objetivos que se espera obtener del proyecto es demostrar que los cultivos herbáceos son capaces de adaptarse a los cambios climáticos gracias a la agricultura sostenible. Asimismo, se pretende demostrar que estas técnicas reductoras de gases contaminantes son igualmente productivas y más eficientes que las tradicionales.
Sin embargo, entre las herramientas más llamativas que este proyecto tiene previsto desarrollar destaca la puesta en marcha de una plataforma digital a través de internet mediante la cual se evaluarán las emisiones de CO2 y los consumos energéticos de explotaciones agrarias. De esta forma, cualquier agricultor podrá conocer –introduciendo en el sistema de gestión una serie de variables relativas a las características climáticas de la zona, los cultivos implantados y las prácticas agrícolas empleadas- cuánto CO2 emite a la atmósfera y cuánta energía está consumiendo y de qué forma puede reducir el nivel de emisiones y aumentar su eficiencia energética.
La Asociación Española de Agricultura de Conservación/Suelos Vivos (AEAC/SV) es quien coordina el proyecto, que comenzará a desarrollarse el próximo mes de enero y que concluirá, según las previsiones, en diciembre de 2013. No obstante, el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (Ifapa) y la Universidad de Córdoba también participan en la dirección de esta iniciativa.
M. Prieto – vidasana.org