(Pollo al rosmarino-Italia) Disfrute de uno de los sabores mediterráneos con esta receta que combina el romero con una de las carnes más magras, más versátiles a la hora de cocinar y a su vez, más económicas.
Ingredientes para «4 personas»
1 pollo de 1,5 kg
1 limón, preferentemente ecológico
1 ramita de romero fresco
1 dl de vino blanco seco
2 cucharadas de aceite de oliva
pimienta
Pollo al romero
Tiempo total: 1 hr 30 min
Tiempo de elaboración: 15 min
Tiempo de cocción: 1 hr, 15 min
Epoca del año recomendada: todo el año
Elaboración:
Limpie el pollo, lávelo y séquelo bien. Salpimiéntelo por dentro y por fuera. Lave muy bien el limón, séquelo e introdúzcalo en el interior del pollo.
Disponga el pollo en una fuente de hornear con 2 cucharadas de aceite de oliva. Espolvoréelo con el romero picado, introdúzcalo en el horno precalentado a 180ºC y hornéelo durante 1 hora y 10 minutos. Dele la vuelta a media cocción.
Retire el pollo del horno y recupere los jugos de la cocción.
Caliente el vino en un cacito y déjelo hervir durante 2 minutos para que se reduzca un poco. Luego, añada los jugos de la cocción y retire esta salsa del fuego.
Sirva el pollo de inmediato con la salsa obtenida en una salsera aparte.
Receta extraída del libro Cocina Mediterránea en casa. Círculo de Lectores. 2010. Autores: Lourdes March y Lourdes Alcañiz.
¿Sabías que?
El romero se corona como la reina de las plantas aromáticas de la cocina mediterránea. Hija del paisaje costero mediterráneo (de ahí la etimología de su nombre en latín, ros: rocío y maris: mar) da calidad y sabor a carnes, pescados, guisos y salsas de la gastronomía española, francesa e italiana, ennobleciendo sus platos con un toque esencial y respetuoso sobre aquellos alimentos que acompaña. Concretamente, forma parte de la tradición mediterránea occidental desde muy antiguo. Cuenta la mitología que en la antigua Grecia esta hierba estaba consagrada a Afrodita (diosa del amor y la belleza), aunque también se le atribuían poderes para fortalecer la memoria. Parece ser que los estudiantes griegos se coronaban con laureles de romero antes de enfrentarse a los exámenes. Aún así, el valor medicinal del romero fue lo que motivó su utilización como complemento culinario por sus propiedades estimulantes, antisépticas y bacterianas. Los romanos mantuvieron su uso curativo y se dice que también la incorporaron como símbolo del amor y la muerte. Luego sirvió para aromatizar el llamado “vino al romero”. Algunas leyendas cuentan que durante el 1235 un ungüento a base de vino y romero curó la parálisis de la reina de Hungría, mientras que en el 1630 salvó de la peste a cuatro ladrones franceses.
Sólo un pequeño recorrido por la historia y leyenda de esta planta esencial del buen sabor mediterráneo.