El exministro de Agricultura, Jaime Lamo de Espinosa, ha apostado por el aumento de la superficie de regadío y trabajar con transgénicos como solución para terminar con el hambre en el mundo. Además, ha sugerido a los países de la UE que se pongan de acuerdo para llevar a cabo una regulación de stock en los productos básicos alimentarios.
Durante su participación en la conferencia ‘Suficiencia alimentaria: el reto de producir alimentos de una forma suficiente segura y sostenible’, de la Fundación Antama, Lamo de Espinosa ha defendido los beneficios que supondría aumentar la superficie de regadío de cara a una mejora de la producción agraria. Según ha apuntado «una hectárea regada equivale hasta 8 veces a una hectárea de secano por lo que si se riega un mayor número de hectáreas se estaría multiplicando la producción de las tierras por 8».
En este sentido, ha apuntado que conoce «las limitaciones del agua como bien preciado y limitado» y ha reconocido que el 70 por ciento del consumo mundial de agua ya se destina a la agricultura. Aún así, ha indicado que «hay que ser conscientes de que el 40 por ciento de la producción agraria mundial proviene del 18 por ciento de hectáreas regadas» una cifra que, a su juicio, demuestra que «con un poco de esfuerzo, si se multiplica por dos el número de hectáreas regadas, se producirá el doble».
En cuanto al caso de España, ha apuntado que esta práctica se podría llevar a cabo «si se permitieran los trasvases y más flexibilidad en las políticas de agua.
Del mismo modo, Lamo de Espinosa ha defendido el trabajo con transgénicos como solución contra la hambruna mostrándose «convencido» de que los debates que hoy en día giran en torno a este sector se debe «a que existe una necesidad». «Si no, no se hubiera extendido de esta manera», ha señalado.
Para el economista, el actual problema de los transgénicos es que «actualmente la oferta está siempre por encima de la demanda» de ahí que los debates sobre su utilización estén centrados en su repercusión medioambiental y social, pero ha señalado que «cuando la curva se cruce y la oferta pase a ser menor que la demanda, el mundo se agarrará a los transgénicos como una tabla salvadora».
Lamo de Espinosa ha apuntado que el sector y las autoridades se «darán cuenta» de que utilizando las tierras ya disponibles, utilizando de manera racional los abonos, y aumentando la superficie de regadío «se puede obtener mejor cosecha con una semilla libre de virus, que soporta la sequía o que tiene más proteínas». «Esto aumentará la producción ya que nunca habrá malas cosechas que hagan caer el stock de alimentos», ha señalado.
REGULACIÓN DEL STOCK DE ALIMENTOS BÁSICOS
Por otra parte, el exministro se mostró preocupado por la situación del ‘stock’ alimentario. En este sentido ha destacado que actualmente se está en uno de los niveles «más bajos registrados» debido a «las llamaradas de precios» que se han vivido en los últimos años, el aumento de la población (y más concretamente de la población urbana), el aumento de las rentas y la aparición de los bioetanoles, todos factores propicios para un aumento de demanda.
A su juicio, esta situación debería poner en alerta a las autoridades para «regular de alguna manera el stock de alimentos básicos» para evitar el desabastecimiento. Como ejemplo, Lamo de Espinosa ha explicado la situación China que «ha comprado millones de hectáreas en todo el mundo, no con el fin de producir, sino como reserva para posibles problemas de stock».
Del mismo modo, ha señalado que una propuesta de este tipo ya fue realizada por el presidente francés, Nicolás Sarkozy, en una de las últimas reuniones del G-20, aunque en ese caso se «habló de demasiado intervencionismo» por parte del resto de países. Por ello, Lamo de Espinosa no sugiere una política sobre el tema sino «establecer una barrera como supervivencia».
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