Si lo que te interesa es cultivar alimentos ecológicos, quizá algunos de los trucos que te presentamos hoy te sorprendan. Pero en realidad son recursos que vienen utilizándose desde siempre. Aunque la ‘moda’ de los agroquímicos los desplazó por un tiempo. Pero vistos los resultados, no hay mejor idea que ponerlos en práctica otra vez y olvidarnos de lo artificial.
Desde épocas inmemoriales, a la hora de lograr que los cultivos crecieran lozanos y fuertes, no se podía recurrir nada más que al ingenio, la sabiduría popular y la aplicación de lo que los campesinos tenían ‘a mano’. Eran tiempos en los que no se fabricaban químicos ni productos artificiales, porque no existían estas tecnologías. Y lo más importante es que no eran necesarias y todo lo que se producía eran alimentos ecológicos.
La globalización y la necesidad de alimentar más bocas, ganando el máximo de beneficio al hacerlo, llevó a la creación de todo tipo de agroquímicos que están acabando con el medio ambiente. Desde los compuestos nitrogenados que acaban en los mares por escorrentía y provocan la eutrofización de sus aguas (crecimiento exagerado de ciertas algas que tapan la superficie y matan toda la vida que había debajo) hasta la desaparición de millones de insectos, tan útiles como necesarios para mantener el equilibrio ecosistémico.
Pimienta y sal para los puerros
Para tener hermosos puerros, algunos horticultores colocan dos granos de sal gruesa en el fondo de cada hoyo antes de trasplantarlos. Otros jardineros que producen alimentos ecológicos ponen tres granos de pimienta. Porque sostiene que su olor espanta al gusano del puerro. Esta es una larva de mariposa que tiene especial predilección por las hojas y tallos de los alliums (ajo, chalota, cebolla, etc.).
Café ‘espanta gatos’
Además de ser unos excelentes fertilizantes para el cultivo de tus alimentos ecológicos, los posos de café tienen otra función. Son un repelente espectacular para pulgones, hormigas, babosas, caracoles y gatos. Si quieres evitar que tu minino duerma la siesta sobre tus macetas o se acueste al sol, en medio de la huerta coloca pequeñas cantidades de café. La cáscara de cítricos es un buen complemento.
Conchas en tus alimentos ecológicos
La mayoría de las plantas aromáticas mediterráneas como el tomillo, el romero, la ajedrea o la salvia prefiere suelos calcáreos. Si el tuyo no lo es o vas a cultivar en macetas, incorpora regularmente conchas de ostras, almejas o mejillones alrededor de la base. Tus plantas crecerán mejor y más fragantes. Y una buena decoración hecha con conchas tampoco está de más en tu producción de alimentos ecológicos.
Cenizas de la chimenea
No desaproveches las cenizas de la chimenea o estufa de leña. Son particularmente ricas en calcio y potasio y contienen minerales como sílice y fósforo. Estos son elementos que estimulan el desarrollo de raíces y flores y mejoran la fertilidad del suelo. A finales del invierno es importante incorporarlos a la tierra de los frutales y en los parterres. Para no perturbar el equilibrio del suelo no te excedas los 100 g por m² y por año (lo que equivale a dos puñados grandes).
¡Nunca tires el agua de cocción!
Cuando cocines verduras o huevos, siempre que lo hagas sin sal, conserva el agua. Deja que se enfríe y úsala para regar. Durante el proceso de cocción muchas de las vitaminas y minerales presentes en los alimentos se diluyen en esta agua. Por lo que al regar tus plantas y alimentos ecológicos le aportas una cuota extra de nutrientes naturales a tus alimentos ecológicos.
Orina humana
La orina contiene varios minerales, incluido el nitrógeno y la urea, lo que la convierte en un estupendo fertilizante natural y equilibrado para tus alimentos ecológicos. Un adulto produce una media de 1,5 litros al día, que puede ser utilizada siempre que no se tomen medicamentos. Para emplearla como elemento de riego debe diluirse a razón de 10 cl por litro de agua y emplearla en días alternos. Si tienes composteras se la puedes agregar pura, para acelerar la descomposición.