Hoy es el Día Mundial de la Madre Tierra 2025, una fecha que nos induce a reflexionar el estado en el que está nuestro único hogar en el universo. Los océanos se llenan de plásticos y se vuelven más ácidos. El calor extremo, los incendios forestales, las inundaciones y otros eventos climáticos han afectado a millones de personas.
El cambio climático, los cambios provocados por el hombre en la naturaleza, así como los crímenes que perturban la biodiversidad, como la deforestación, el cambio de uso del suelo, la producción agrícola y ganadera intensiva o el creciente comercio ilegal de vida silvestre, pueden acelerar el ritmo de destrucción del planeta.
Es por ello que necesitamos recuperar los ecosistemas de nuestro planeta. Los ecosistemas sustentan todas las formas de vida de la Tierra. De la salud de nuestros ecosistemas depende directamente la salud de nuestro planeta y sus habitantes. Restaurar aquellos que están dañados ayudará a acabar con la pobreza, a combatir el cambio climático y prevenir una extinción masiva. Pero solo lo conseguiremos si todo el mundo pone de su parte.
Día Mundial de la Madre Tierra: 22 de abril
«Recuperar el espíritu de emergencia climática y no perder la tensión del relato» es la única manera de «asegurar nuestra supervivencia», ha asegurado el director de la Fundación Ecología y Desarrollo (ECODES), Juan Ortiz, que ha llamado a celebrar este martes el Día Internacional de la Madre Tierra.
La efeméride fue proclamada oficialmente por las Naciones Unidas en 2009 aunque su organización fue gestándose desde finales de los años 60 del siglo XX en torno a la fecha del nacimiento del conocido naturalista escocés John Muir y este año se conmemora bajo el lema ‘Nuestro poder, nuestro planeta‘.
Esta jornada del Día Mundial de la Madre Tierra busca concienciar sobre problemas ambientales como los de la contaminación, la deforestación o el deterioro de la biodiversidad y promover un cambio hacia una economía más sostenible que «funcione tanto para las personas como para el planeta», según la propia ONU, cuya web oficial afirma que «la Madre Tierra claramente nos pide que actuemos«.
En la misma línea, Ortiz advierte de que «estamos en un momento especialmente delicado», con «un contexto social complejo» en el que destaca el papel de EEUU «bajo la presidencia de Trump, actuando de espaldas a la ciencia» por lo cual aboga por que «sociedad y gobiernos debemos aunar esfuerzos para marcar el camino alternativo y que la agenda global del clima no decaiga».
Competitividad sí, pero verde
Un punto especialmente importante para Ortiz es no enfrentar conservación y economía, ya que «la apuesta por alinear la economía con los límites del planeta es una acción de sostenibilidad, pero también de competitividad» y la transición ecológica, más allá del punto de vista ambiental, presenta «una clara oportunidad económica».
Así, los avances europeos en energía renovable «implican reducción de costes para nuestro sector industrial y de servicios, por lo que tenemos que seguir avanzando» en esa línea, máxime cuando los combustibles fósiles en el caso de la UE «deben importarse casi en su totalidad, un 95 % en el caso del petróleo y un 88 % en el caso del gas», lo que significa que «apostar por renovables también significa ganar en autonomía».
Es también una cuestión de innovación y competitividad, pues «las patentes en energías limpias han crecido un 65 % en los últimos 10 años: es el campo tecnológico en el que más han crecido las patentes en Europa».
La transición debe acelerarse
Para Ortiz, el camino trazado en la UE en general y en España en particular «es muy positivo, pero tenemos que acelerar porque las cifras que vamos conociendo, cada vez con mayor detalle y base científica, no nos dejan otra alternativa más que intervenir con contundencia».
Según el último informe anual de huella ecológica elaborado por Global Footprint Network, mantener los actuales niveles de consumo implica que EEUU requiera el equivalente de 5,1 planetas para sostener su demanda de recursos; Australia, 4,5; Alemania, 3 planetas; España, 2,8 y China, 2,4.
Estudios como este muestran que «nos queda mucho camino todavía que recorrer en aquellos sectores de difícil descarbonización y nos falta mucha energía basada en fuentes renovables», insiste Ortiz, aunque los fondos y las inversiones «están encima de la mesa y también la voluntad de las empresas y del sector económico para financiar estas apuestas».
Por una sociedad más consciente de los problemas de la ‘Madre Tierra’
Además, es necesario «actuar a favor de la biodiversidad y de los ecosistemas, de ciudades más amables, de recuperar la calidad del aire…, todo forma parte de esa aspiración que tenemos de una vida más saludable y plena».
La sociedad debe «ser muy consciente de que estamos buscando nuestra supervivencia, ya que el planeta va a seguir funcionando: lo que está en riesgo es la supervivencia de los humanos y de nuestra civilización», avisa Ortiz en el Día Mundial de la Madre Tierra.
«Cuando utilizamos la expresión ‘emergencia climática’ no hay que quitarle ningún atisbo de importancia a lo que representa«, concluye, defendiendo que «días simbólicos y reivindicativos como este Día Mundial de la Madre Tierra nos invitan a reflexionar y llevar el debate a la opinión pública«. EFE/ECOticias.com