El borrador de la COP28 no convence a nadie. Las comunidades vulnerables necesitan desesperadamente más financiación para aumentar su resiliencia a los efectos de la crisis climática. Sin embargo, el texto se limita a reiterar el llamamiento que se viene haciendo desde hace tiempo a los países desarrollados para que dupliquen la financiación de la adaptación sin ofrecer una hoja de ruta clara para conseguirlo.
El texto también carece de objetivos globales concretos. El objetivo actual sigue siendo vago y debe reforzarse aún más para incluir áreas clave como los océanos y las montañas. También es preocupante que no se incluya el objetivo de proteger el 30 % de la tierra para 2030, ya que la naturaleza es un aliado para limitar los impactos de la crisis climática y eso debe reconocerse para actuar en consecuencia.
Para lograr un resultado firme, los negociadores deben ponerse de acuerdo sobre un objetivo global de financiación para la adaptación y sobre cómo los países desarrollados pueden cumplir sus compromisos previos de duplicar la financiación para la adaptación. Con algunas mejoras, este texto podría proporcionar un resultado sólido que ayude a acelerar los esfuerzos de adaptación sobre el terreno, contribuyendo a la protección de las personas y los ecosistemas ante las consecuencias del aumento de las temperaturas. El borrador de la COP28 no convence a nadie.



















