Con motivo del inicio de la reunión climática de Bangkonk, la penúltima ronda de negociaciones climáticas de Naciones Unidas antes de la cumbre de Copenhague, ONG de todo el mundo han querido pedir a los países reunidos en la capital tailandesa que sienten las bases para la consecución de un tratado justo, ambicioso y vinculante en Copenhague.
Este mensaje ha sido transmitido a Yvo de boers, máximo representante de la ONU para el cambio climático, por cinco chicos talilandeses, que le han recordado que en las negociaciones climáticas internacionales está en juego, literalmente, su futuro. Los chicos han pedido “un pequeño cambio por el clima” en representación de los más de 1,4 millones de personas firmantes de una petición promovida por ONG como Greenpeace.
Greenpeace considera que la UE y los EE.UU. deberían mostrar su liderazgo presentando objetivos de reducción de emisiones alineados con las recomendaciones científicas y asumiendo la parte que les corresponde en la financiación de la lucha internacional contra el cambio climático. La organización ecologista lamenta que los objetivos de reducción de la UE y los EE.UU. sean tan débiles en comparación con la voluntad de esfuerzo en este sentido manifestada la semana pasada por países como China, India o Japón.
Según los últimos compromisos nacionales manifestados la semana pasada, las reducciones de emisiones a las que, conjuntamente, se comprometen los países desarrollados oscilarían entre el 10 y el 17% cuando deberían alcanzar el 40% para evitar un aumento de temperatura superior a 2ºC. Ante estos datos, la organización resalta la necesidad de que, a tan solo dos rondas de negociación política antes de la cumbre de Copenhague -Bangkok y Barcelona-, los políticos dejen a un lado sus intereses nacionales y se unan en un objetivo común: salvar el clima para las generaciones futuras.
En el mismo sentido, Greenpeace considera también inaceptable que no se haya alcanzado aún un acuerdo respecto a los 110.000 millones de euros necesarios para luchar contra el cambio climático en los países en desarrollo. “Los países desarrollados deben poner las cartas sobre la mesa y no seguir guardando en la manga el as de la financiación. Ya es hora de que se tomen en serio la negociación y dejen de jugar al póquer con el futuro de nuestro planeta”, ha declarado Aida Vila, responsable de la campaña de Cambio Climático y Energía de Greenpeace.
La organización recuerda que sólo quedan 70 días para la cumbre del clima de Copenhague y confía en que el Ministerio de Medio Ambiente reconsidere su posición y que en el Consejo Nacional del Clima, convocado para el próximo jueves 1 de octubre, la ministra de Medio Ambiente ponga de manifiesto una posición ambiciosa del Gobierno español en la línea de las recomendaciones de los científicos internacionales expertos en la materia y del IPCC.
Greenpeace