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miércoles, mayo 31, 2023

“El cambio climático no es opinable, es un hecho científico”

Como punto de partida ineludible de su discurso, subraya, con las miras puestas en la sensibilización, el carácter científico del cambio climático, basado en evidencias constatables, como la violencia y frecuencia con que se están produciendo algunos fenómenos climatológicos, el desplazamiento de especies, la desertificación o los cambios en los cultivos agrícolas. De sus palabras se desprende que el medio rural es uno de los grandes perjudicados por el calentamiento global, de ahí la importancia que da no sólo a la acción particular de nuestros hombres y mujeres sino también a la de los propios Grupos de Desarrollo Rural, estructuras que por su “cercanía al ciudadano”, deben servir de correa de transmisión de un mensaje de compromiso y actuación por el medioambiente.

1.- Destacaba usted en su intervención en la jornada técnica organizada por ADAD que el cambio climático es un asunto científico, ¿por qué es tan importante llegar a la ciudadanía con ese mensaje? Es interesante porque desde los medios de comunicación continuamente están diciéndonos si creen o no creen en el cambio climático, y eso hace que fluctúe aún más la opinión social. Y no, no es así, aunque abordarlo no es sencillo, hay que diseñar estrategias y también establecer cuáles son las consecuencias del cambio climático. Otro inconveniente es que las personas quieren conocer cuáles son las consecuencias locales y eso todavía es más difícil. Estamos hablando de fenómenos globales. Pero que se diga que es científico es muy importante porque ya deja de ser un tema opinable.

2.- Y como explicaba, hay evidencias científicas, como la frecuencia y violencia de algunos fenómenos climatológicos, la amenaza de pérdida de especies… De lo primero nos llega información a diario. De lo segundo, más que de pérdida, hablaría de desplazamiento de especies, lo que están haciendo es trasladarse desde la latitud del ecuador y de niveles del mar hacia mayores alturas. De hecho, se está transformando la clásica evolución a distintas alturas en los montes, que se ve que ya van poblando otros vegetales y también animales. A medida que van ganando altura, lo que allí no había, se van repoblando, de abajo arriba, hasta llegar a la cumbre.  

3.- Y en el medio rural, que tan ligado está a la agricultura, comentaba usted que puede cambiar totalmente el panorama de los cultivos. Lo más espectacular, por el valor añadido que tienen y la cantidad de pueblos que viven en nuestro país de ello, es lo que está pasando con el cultivo de las vides. Se va desplazando del sur al norte, al punto que los vinos del Rhin, que eran de poca graduación, normalmente vinos blancos que no podían competir con los vinos de Andalucía o de la Rioja, poco a poco van ganando graduación.  Y lo que ocurrirá en las zonas donde hay una tradición de estos cultivos es que a medio o largo plazo no se podrá cultivar porque avanza la desertificación en esos lugares.

4.- De estas reflexiones podemos concluir que el cambio climático puede incidir más negativamente en las zonas rurales que en las urbanas. Sí, por eso se habla de medidas de reducción y de adaptación. En el medio rural fundamentalmente cuando se habla de adaptación se trata de adaptar los cultivos, los usos, etc. Es de eso de lo que se está hablando, sobre todo en biocarburantes, que probablemente con la tecnología y el tiempo puedan ser aprovechados para usos sustitutivos de los carburantes convencionales.  En definitiva, hay una adaptación, que es preservarse de las calamidades, y otra que va a obligar a los agricultores a sustituir sus cultivos para poder seguir trabajando en el medio.

“En el medio rural se van a tener que adaptar los cultivos y los usos”

5.- ¿Cómo podríamos concienciar más a la población del mundo rural sobre el cambio climático? La población rural es muy tradicional, es decir, enemiga de cambios, y cuando les cambian algo lo ven como una catástrofe. No es así, y voy a poner un ejemplo muy claro, si cultivo maíz, cada año o cada dos años puedo cambiar mi cultivo, y yo soy el que decido qué cambio y a qué cambio. Cuando tengo un compromiso con biocarburantes los contratos que hacen las empresas que van a hacer el proceso de la biomasa al biocarburante, son de diez años. Esto quiere decir que el agricultor se ve hipotecado, se ve comprometido a cultivar eso durante diez años, a lo que hay una resistencia enorme.

6.- Desde los hogares, ¿qué podemos hacer para reducir las emisiones? En el medio rural no es un problema muy grande el volumen de emisiones que se producen. Lo que tienen que hacer es lo que están haciendo, con algunas medidas que se distribuyen en una especie de catálogo doméstico del IAE, con eso es suficiente.  Yo creo que el problema mayor que tiene el medio rural es la producción, los cambios y cómo se tienen que adaptar esos cambios.

7.- Ha recibido  el Premio Nobel de la Paz por su participación en el Intergovernmental Panel on Climate Chance, ¿cómo podríamos explicar a los lectores qué es esta institución? Es una institución mundial, que depende de Naciones Unidas, y lo que hace es periódicamente emitir unos informes. Yo participé en el Segundo y el Tercero, no en el primero, y está organizada de tal manera que diversos científicos y técnicos de muchos países van aportando datos y experiencias, que van recopilando para poco a poco establecer unos informes. Y tengo que decir dos cosas, primero que es un premio colectivo, hay gente que se cree que le dieron el Nobel a Gore, y no fue así. La segunda cuestión es que un Premio Nobel de la Paz no tiene el crédito de uno estándar porque se da a una labor munificente y para el bien de la humanidad, lo que no implica que esté bien lo que hemos hecho.  Otros Nobel se dan por el trabajo de calidad desarrollado en una disciplina, mientras que el de la Paz se da porque se entiende que la persona o institución se ha dedicado a una labor social importante. Por eso es tan controvertido, y con el tiempo parece que no ha sido tan munificente su labor. La única ventaja es que al participar en eso se está al día de todo lo que se está haciendo en el mundo, y eso es un beneficio personal que uno tiene. Pero no se cobra por absolutamente  nada, ni por los trabajos, ni por su edición ni por nada.

8.- ¿Sigue trabajando todavía en el Panel? Aún no se ha empezado el Cuarto informe pero si siguen las condiciones actuales no trabajaría porque creo sinceramente que se ha producido un daño fuerte por haber manejado los datos que se aportaban de manera poco noble, como mínimo. Se han sobrevalorado los perjuicios, por razones un poco turbias. Y nos hemos sentido traicionados muchos colaboradores que queremos que los datos sean los que son, nosotros somos notarios de lo que pasa, y un notario no dice “como me interesa que esté nublado lo digo”, queremos que se constate lo que allí se envía.

“Con las condiciones actuales no trabajaría en el Cuarto Informe del Intergovernmental Panel on Climate Chance”

9.- ¿Qué es lo que hace usted en el Panel? Yo estoy en el Grupo de Trabajo número tres, de parte de las soluciones, la reducción de emisiones, cuáles son las políticas o técnicas ideales para la reducción. Estoy de parte de las soluciones, no en el clima.

10.- Y una de las soluciones es las energías renovables. Una porque hay muchísimas, de 20 a 30.

11.- ¿Y alguna estrechamente relacionada con el medio rural? Sí, en el medio rural están los biocarburantes, a los que me he referido antes, como alternativa, y donde se ha producido un freno porque con el cambio de cultivo lo que se ocasionó fue una subida desmesurada de precios de alimentos fundamentales sobre todo en el tercer mundo. Y se paró porque era peor el remedio que la enfermedad. Es decir, voy a arreglar el CO2 pero voy a aumentar el hambre en el mundo. Pero ahora se están en biocarburantes de segunda y tercera fase que no compitan con el sector alimenticio, es decir, no se permite que los biocarburantes alternativos sean el maíz, el trigo,…

12.- Otra cosa que me ha llamado mucho la atención tanto de su ponencia como de la del profesor Valeriano Ruiz es el término “negocio”, ¿cómo casa el negocio con el cambio climático? No casa pero yo no tengo ninguna pega a que se establezca un negocio, siempre que sea con reglas del juego claras y en el sentido noble del término.  Yo no tengo ningún inconveniente, cuando yo trabajo y hago un informe para una empresa privada lo único que le exijo es que no ponga restricciones a lo que allí sale. Luego, si la empresa que me ha financiado lo quiere usar para hacer propaganda de lo bueno que son a la hora de fabricar paneles, por ejemplo, pues que lo utilice. Yo la palabra negocio en principio no la rechazo, cuando eso se convierte en el único motivo, en el centro de las conferencias y cumbres, ya no me parece, no era el objeto de esa reunión. Ahora bien, que haciendo medidas ambientales correctas se haga negocio, sí, y sean beneficiadas las partes contratantes y las contratadas, yo encantado.

13.- Está satisfecho de la evolución que ha tenido la sensibilización social en los últimos años, ¿está la gente suficientemente sensibilizada? La sensibilización va oscilando en función de las consecuencias que se van produciendo en relación al cambio climático. Por ejemplo, si sufro catástrofes atmosféricas seré muy sensible, y mi sensibilidad se va reduciendo si no pasan esos fenómenos. No obstante la satisfacción o no de una persona es irrelevante. Yo creo que aquí lo que hay que tener en cuenta es lo que es. De hecho, en todas las cumbres ha habido movimientos ecologistas que han ido más lejos de lo que se podía y creo que se equivocan. La sensibilidad social, la disposición política y social es la que es, luego si usted le pide el doble de lo que es, fracasa. Yo lo que he intentado es ajustarme a la realidad, que creo que es lo que hay que hacer en los temas ambientales y en el caso del cambio climático. Y nuestra baza es que la frecuencia de las anomalías climáticas y la intensidad van in crescendo. Eso es así, esa es la baza para que la conciencia vaya a más. Pero lo que no se puede es distorsionar eso. Hay que contar con los datos que la realidad nos ofrece.

“Nuestra baza para que la conciencia vaya a más es que la frecuencia de las anomalías climáticas y su intensidad van in crescendo”

14.- ¿Conocía usted los Grupos de Desarrollo Rurales? Sí porque ya había tenido otra experiencia y para mi es muy útil, porque como ya he dicho en mi intervención, tengo contacto con alumnos, con grupos empresariales, algo con la administración pero con personas que estén tan cerca de la ciudadanía no lo tengo, y me es muy interesante porque pongo oído a lo que dicen, y hay que cambiar el discurso. Me parece fundamental el trabajo que hacéis en medioambiente, aunque no es suficiente, dicho sea de paso.

http://www.adad.es – Félix Hernández Investigador del CSIC, Nobel de la Paz

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