Ricardo Gutiérrez, director regional del Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca) en Guanacaste dijo que la embarcación salió de Puntarenas con aproximadamente 4 mil galones, que es la capacidad que tiene y no de 45 mil litros como se informó preliminarmente. Sin embargo, el día del suceso a lo sumo tenía 2 mil litros.
El domingo anterior, una embarcación camaronera naufragó en playa Brasilito en Guanacaste, provocando así derrame de combustible. Sin embargo, las autoridades dicen que la cantidad de litros derramados no supera los 2 mil y que no se observa mancha de hidrocarburos en el mar.
Ricardo Gutiérrez, director regional del Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca) en Guanacaste dijo que la embarcación salió de Puntarenas con aproximadamente 4 mil galones, que es la capacidad que tiene y no de 45 mil litros como se informó preliminarmente. Sin embargo, el día del suceso a lo sumo tenía 2 mil litros.
“El lunes en la mañana sí había un fuerte olor a diésel, la mancha no la pudimos observar aunque algunas personas dicen que sí llegó a la playa, pero cuando llegamos posiblemente ya se había hundido. Aparentemente de los litros que se regaron -que no fueron muchos afortunadamente- la mancha se fue hacia mar adentro y a la playa lo que han llegado son los escombros del barco”, explicó.
Según el funcionario, muchas organizaciones y entidades públicas se encuentran limpiando la playa por los escombros del barco, pero no por combustible.
“Ha estado lloviendo mucho, hay salida de un estero y al salir a la desembocadura tiene una mancha café, color barro que puede confundirse”, añadió.
Por su parte, Nelson Soto de la Dirección de Navegación y Seguridad del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) informó que no se puede indicar si el suceso es de alto, mediano o bajo impacto ambiental.
“Al ser un hidrocarburo liviano en cuanto al derrame se refiere es que se disuelve muy rápido y se evapora, lo que podría ser un elemento a favor. La embarcación sufrió una ruptura del casco y no se va a poder reflotar y en este momento estamos analizando medidas para evitar un mayor impacto”, expresó.
Personeros de la Universidad Nacional (UNA) realizaron un muestreo del agua para determinar si hubo contaminación. Además, en las próximas horas las autoridades revisarán la embarcación para verificar si hay tanques de combustible llenos.
La embarcación Azoriano, con matrícula costarricense contaba con todos los permisos en regla, según Gustavo Meneses, presidente ejecutivo de Incopesca.
“Sobre la pesca semi-industrial de arrastre de camarón hay un voto de la Sala Constitucional en el cual se establece que en un plazo aproximadamente en el que se da el voto de 6 años, las licencias no iban a ser renovadas si no habían estudios que pudiesen fundamentar la posibilidad de seguir pescando y una modificación de ley que se tiene que realizar. Esta embarcación tiene la licencia al día, todavía no se le ha vencido”, citó.
Preocupación de organizaciones
Tras la noticia del naufragio y de las fotografías que circularon por redes sociales, las organizaciones ambientales alzaron la voz, entre ellas la Federación Conservacionista de Costa Rica (Fecon) MarViva y el Programa de Restauración de Tiburones y Tortugas Marinas (Pretoma).
Randall Arauz, presidente de Pretoma expresó que es necesario sentar responsabilidades para evitar que este tipo de situaciones se sigan presentando porque “aquí tiene que haber negligencia y hay que establecer las responsabilidades porque no es tan sencillo (…) Si hay manglares o humedales en la zona es especialmente preocupante”.
Otro en externar su preocupación fue Mauricio Álvarez, presidente de Fecon, sobre todo porque en un principio se habló de miles de litros derramados de diésel y “en el país no hay equipos ni especialistas en contener derrames sobre todo en el mar que ha sido una constante en muchísimos casos”.
Erick Ross, biólogo de MarViva también añadió que “en playa Brasilito usualmente la arena va a absorber el producto y es complicado hacer una limpieza adecuada. Si esa misma mancha lo lleva hasta las Catalinas, va a tener un impacto mayor por el arrecife, es una zona de migración de mantarrayas y tiburones punta blanca”.
Planes y compromisos
Para Viviana Gutiérrez, gerente de Incidencia Política de MarViva, es necesario que las embarcaciones ticas cuenten con dispositivos de ubicación, porque de esta manera se logra un control en la actividad pesquera, tal como se ha planteado en las mesas de diálogo.
“El país tiene que establecer mejores controles y regulaciones adecuadas para que la flota camaronera salga de las orillas de la costa (…) Costa Rica no tiene un plan de contingencia, que les permita actuar de manera ordenada a las instituciones, situaciones como estas en cualquier momento se van a otra escala y el daño ambiental es lamentable”, detalló.
Gutiérrez dijo además que la preocupación que siempre ha mantenido la fundación es sobre la manera de operar de los barcos camaroneros, muy cerca de la costa, además de la ausencia de una ley de navegación.
“En esas zonas hay sitios vulnerables, ecosistemas marino-costeros y la operación de estos barcos pone en riesgo y en algunas ocasiones los destruye por completo (…) tenemos años de estar promoviendo una ley a nivel legislativo y no hay forma de que finalmente se concrete en ley porque este es un tema urgente, el país necesita una ley que dé herramientas a las autoridades para controlar las embarcaciones en el mar”, expresó.