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miércoles, junio 7, 2023

Galápagos: más ambiente protegido, menos deuda nacional

El archipiélago de Galápagos, a 900 kilómetros de la costa ecuatoriana, tendrá garantizado, por los próximos 18 años, un presupuesto cercano a US$ 450 millones para su protección, en lo que constituye un ensayo mundial del mecanismo de canje de deuda por conservación de la naturaleza.

Galápagos: más ambiente protegido, menos deuda nacional. Según anunció el gobierno ecuatoriano esta semana, se trató de una operación financiera en la que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) otorgó una garantía de US$ 85 millones.

Mientras, la Corporación Financiera de Desarrollo de Estados Unidos (DFC, por sus siglas en inglés) aportó un seguro de riesgo político por US$ 656 millones para facilitar que Ecuador recompre parte de su deuda pública existente en mejores términos. Este movimiento le permite al país un ahorro de más de US$ 1.126 millones. El banco Credit Suisse coordinó la operación.

A cambio de reducir su deuda en esas condiciones, el gobierno ecuatoriano se compromete a destinar US$ 450 millones para crear el Galápagos Life Fund (GLF). Y financiar actividades de conservación tanto en la Reserva Marina de Galápagos, como en la Reserva Marina Hermandad.

“Ecuador protege sus activos naturales irreemplazables, reduce la deuda pública, aumenta la estabilidad fiscal y crea oportunidades para satisfacer otras necesidades básicas como la atención médica y la educación”. Esto lo dijo Pablo Arosemena Marriott, ministro de Economía y Finanzas de Ecuador

La primera de estas reservas comprende 13 grandes islas en un área de 40 millas náuticas en las que conviven cerca de 3.500 especies. La segunda se extiende por casi 60.000 km² desde el archipiélago hasta la frontera marítima costarricense. La cifra pactada no es menor. Corresponde a 3 por ciento del total del pasivo externo del país, que ronda los US$ 48.129 millones.

Viejos mecanismos

Natalia Arango, directora del Fondo Acción en Colombia, iniciativa privada sin ánimo de lucro dedicada a inversiones sostenibles en ambiente y niñez, explicó que los canjes de deuda por naturaleza “son mecanismos muy viejos” contemplados incluso en el Convenio sobre la Diversidad Biológica que están despertando un renovado interés.

De hecho, el Fondo Acción comenzó a gestarse en 1993, cuando el gobierno de Estados Unidos y el de Colombia pactaron un alivio de deuda para redirigir fondos a temas ambientales y de infancia. En ese momento se destinaron cerca de US$ 42 millones a ese objetivo y en 2004, después de creado oficialmente el Fondo Acción, se sumaron otros US$ 10 millones.

En enero de 2023, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, durante su participación en el Foro de Davos, retó a los países desarrollados a considerar estas propuestas: “¿Por qué no se canjea, se cambia, la deuda que tienen los países y los procesos productivos por acción climática, de tal manera que se liberaran recursos presupuestales para acometer la adaptación y la mitigación? ¿Por qué no se desvaloriza la deuda mundial, lo cual significa también un cambio del sistema del poder?”.

Sandra Vilardy, viceministra de Ambiente de Colombia, explicó que la razón por la que el canje de deuda y otros mecanismos financieros innovadores están cobrando fuerza se debe a que los actuales mecanismos están demorando en hacerse efectivos. Mientras el tiempo para mostrar resultados de mitigación del cambio climático se acorta. Galápagos: más ambiente protegido, menos deuda nacional.

Dinero para acción climática

“Por ejemplo, formular un proyecto para el Fondo Verde para el Clima puede tomar hasta seis años desde que se estructura hasta que salen los recursos, y los países tenemos metas para 2030. Esa fórmula no está funcionando”, anotó Vilardy. “El dinero asociado a la deuda pueda ser utilizado para la acción climática. No se trata de no poder pagar mi deuda, sino de contribuir a mi acción climática”, añadió la viceministra.

Alberto Galán, director del Fondo Patrimonio Natural, una fundación sin ánimo de lucro de participación mixta y especializada en proyectos ambientales en Colombia, que el ejemplo que ha dado Ecuador es interesante. Porque tiene innovaciones financieras con respecto a los modelos de canje de deuda del pasado.

“Es una vieja figura con reglas nuevas”, comentó. Y recordó que “Colombia y otros países dejaron de considerar esta posibilidad porque los gobernantes temían proyectar la imagen de no estar cumpliendo con sus obligaciones”. Galápagos: más ambiente protegido, menos deuda nacional.

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