Australia se prepara para acoger un ambicioso proyecto preparado para extraer energía pura. Llega en un momento clave para la humanidad, que se desvive por hallar nuevas formas de energía y de almacenamiento, ya que muchos de los tipos de energía a los que hoy se recurre son intermitentes. Almacenar energía es vital para brindar respaldo a la eficiencia de las renovables y asegurar un aprovechamiento máximo de los sistemas energéticos.
Sus funciones clave son el equilibrio de oferta y demanda (garantizando el abastecimiento en todo momento), integración de fuentes de energía intermitentes y mejora de la eficiencia de las centrales de energía al disminuir la necesidad de mantenerlas en funcionamiento constante y evitar el desperdicio de energía renovable. Un tipo de almacenamiento que está ganando gran popularidad en el último tiempo es el almacenamiento de energía de aire comprimido.
Permite almacenar de forma eficiente y rentable grandes cantidades de energía, en líneas generales por encima de 100 MW. Ante el constante cambio del uso de energía, producto de la transición energética, Australia ha decidido hacer un importante cambio en una de sus minas: ahora la rellenará con aire para extraer energía pura.
Australia utiliza una de sus minas para almacenar energía con aire comprimido
Tras el furor causado por el sistema de almacenamiento propuesto por Francia, Australia ha decidido darle una segunda a una antigua mina abandonada. La convertirá en una planta de almacenamiento de energía con aire comprimido, lo suficiente para aportar suministro a 80 000 hogares durante picos de consumo.
Ya se ha aprobado una inversión de 638 millones de dólares australianos para un innovador proyecto de energía renovable a realizar en una antigua mina de las afueras de Broken Hill, en Nueva Gales del Sur.
Este sistema permitirá un almacenamiento a través de aire comprimido subterráneo, una tecnología pionera en su clase que hará su aporte para lograr una estabilidad en la red eléctrica y al abastecimiento sostenible de la electricidad.
La planta, llamada Silver City Energy Storage Centre, lleva el sello de la compañía canadiense Hydrostor, especializada en la instalación de sistemas de almacenamiento energético.
Hará uso de un sistema de almacenamiento con aire comprimido para almacenar energía en instancias de baja demanda y liberarla en momentos donde la demanda sube. Todo esto sin difundir emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
Impacto energético de la nueva planta de Australia
Se trata de un proyecto que hará de la seguridad energética de la región algo mucho más sólido, previniendo la posibilidad de apagones como el registrado en octubre de 2024. La construcción de la planta inició este mismo año, con una duración que puede extenderse entre tres y cuatro años.
La estimación es que traiga consigo entre 250 y 400 trabajos anuales durante la etapa de construcción. Este escenario supondrá un impulso económico considerable para Broken Hill, ciudad cuya población ha bajado desde la década de 1960 a causa de la caída de la actividad minera.
Funcionamiento del nuevo proyecto de almacenamiento de Australia
Durante los periodos de baja demanda, la electricidad que llega de fuentes renovables o del sistema eléctrico se emplea para poner en movimiento un compresor, encargado de comprimir el aire y produce calor durante el procedimiento.
El calor generado durante la compresión se extrae y almacena por medio de un mecanismo de gestión térmica para volver a utilizarlo, proceso al que se denomina intercambio térmico. Luego, el aire comprimido se bombea y almacena en una caverna subterránea llena de agua.
Almacenado a una presión alta, el aire comprimido desplaza el agua, llevándola hacia un embalse de la superficie. Cuando los usuarios requieren de energía, el proceso funciona al revés. El agua regresa a la caverna y el aire comprimido se libera, calienta y expande por las turbinas, produciendo electricidad para suministrar la red.
Así, Australia convertirá una mina abandonada en una planta de almacenamiento de energía de aire comprimido. Mientras este proyecto termina de concentrarse, Estados Unidos quiere realizar un experimento extraño que involucra viejos pozos petroleros y mucho aire.