Un país ha ideado un singular método para registrar un récord mundial: la clave está en sus azoteas. Tras destaparse la verdadera relación entre las energías renovables y los apagones, esta noticia tiene al mundo en vilo. La era de las energías alternativas y renovables ya ha comenzado debido a la alta huella ambiental que dejan los combustibles fósiles. Las energías renovables son fuentes de energía que surgen de recursos naturales inagotables o que se regeneran a corto plazo.
A diferencia de las energías no renovables, estas no se agotan con el uso y poseen un impacto ambiental mucho más bajo. Entre las renovables, la energía solar es una de las más populares y en la que las compañías y los expertos en sostenibilidad están haciendo mayor hincapié. Tiene su origen en el sol y puede capturarse a través de paneles solares o espejos que concentran la luz. Emerge como una solución poderosa frente a la dependencia mundial a los combustibles fósiles, brindando una vía prometedora para disminuir las emisiones de carbono y mitigar el cambio climático.
Sumado a esto, la adopción de energía solar otorga beneficios económicos considerables. Las placas solares logran que tanto hogares como empresas produzcan su propia energía, reduciendo significativamente el coste de electricidad. A largo plazo, la inversión en energía solar acaba en ahorros sustancias y una importante independencia energética.
Este país ha logrado un récord mundial con un método impensado: utilizar las azoteas
La energía solar en azoteas ha cubierto más del 80% de la demanda en un momento histórico en la red aislada más grande del mundo (Australia). El último hito le corresponde a Australia Occidental, lugar en el que la energía solar en tejado ha supuesto una participación récord del 80,5% de la producción en la red principal de ese estado, el Sistema Interconectado del Suroeste. El récord no es tan impactante como el 112,9% de la participación de la demanda alcanzada hace poco por la energía fotovoltaica en los tejados ubicados en Australia del Sur.
Sin embargo, ese estado alberga la capacidad para exportar el excedente de energía a Victoria, un aspecto que la red de WA no contempla. El gigantesco impacto de la energía solar en los tejados (u azoteas) de Australia Occidental ya ha generado que el operador del mercado y el gobierno estatal firmen contratos con una flota de importantes desarrolladores de baterías para absorber la energía solar de los tejados al mediodía y volver a inyectarla a la red en instancias de máxima demanda de la tarde.
Esto es necesario porque conforme se incremente la proporción de energía solar en los tejados (y los consumidores continúan agregando alrededor de 200 megavatios al año), baja la denominada “demanda operativa” a niveles en los que el operador de la red teme quedarse sin recursos para cubrir cualquier situación de interrupción, como podrían ser cortes red, generador o carga.
Estos contratos consentirán el levantamiento de media docena de nuevas baterías, incorporando dos de 2 GWh de Collie, la ciudad que atesora los últimos generadores de energía a carbón del estado. Una de esas baterías, la instalación Neoen de 560 MW y 2240 MWh, se convertirá en la más grande del país y ya ha puesto en marcha su primera fase.
El país que ha logrado un récord mundial poniendo énfasis en las azoteas: Australia
En el pico de energía solar en tejados del lunes 11 de noviembre, a las 13:30 hora local, la energía fotovoltaica repartida (se trataba en su mayoría de energía solar procedente de azoteas) supuso 2.118 MW de producción.
Por otra parte, el gas y el carbón disminuyeron su participación del 8,6% al 8,3%, respectivamente. En Australia Occidental, la inclusión de otro gigavatio de energía solar en azoteas para fines de esta década, otros 2 GW de almacenamiento en baterías y el cierre de las últimas centrales eléctricas a carbón deberían culminar la transición a partir del antiguo paradigma de “carga base”.
Así es como Australia ha alcanzado un récord mundial con su energía solar: confiando en sus azoteas. Un dato que se une a uno de los últimos hitos del país: la transformación de rocas en hidrógeno líquido.