España seguirá transformando fotones y viento en energía, pero su destino no será únicamente el territorio español. Planea enviar parte de lo generado a más de 1000 kilómetros de distancia. España tiene un gran potencial en términos solares y eólicos. Sin embargo, su electricidad verde a veces supera lo necesario. Tanto es así que la energía del Sol y del viento ha batido sus propios récords. Gran parte de esa energía se desperdicia por falta de red, almacenamiento y conexiones con Europa. Frente a este escenario, se ha hallado una posible solución para ese excedente renovable.
En qué punto se encuentra España con la energía renovable
Tras saberse del proyecto que desafía la naturaleza, el foco atencional de España está puesto sobre el lugar que ocupan las energías renovables en el país. No solo se tratan de una herramienta para paliar la crisis climática. También son un medio para aliviar el bolsillo de los españoles/as.
Debido al rápido crecimiento que han tenido las tecnologías renovables, como la energía solar y eólica, España ha vivido una profunda transformación en su mercado eléctrico. Ha logrado que el precio de la electricidad deje de estar sujeto principalmente al gas, abaratando la factura final de la luz.
Según el último informe de la organización Ember, España consiguió que los precios eléctricos del mercado mayorista reflejaran un 32% por debajo de la media de la Unión Europea en el primer semestre de 2025.
España tiene otros planes para la energía renovable
Ahora España e Irlanda han anunciado el comienzo de un ambicioso proyecto para levantar un interconector eléctrico submarino que unificará de forma directa las redes de los dos territorios.
Mediante este procedimiento, se busca consolidar la cooperación energética de Europa e incrementa la integración de las energías renovables en el mercado común.
Según expuso el medio británico Euro Weekly News, los gobiernos de ambos países tienen previsto firmar un memorando de entendimiento (MoU) en la primavera de 2026. Dicho acuerdo sentará un principio formal del diseño técnico y financiero de la iniciativa, que podría completarse a mediados de la próxima década.
Todavía no se han otorgado detalles concretos acerca del trazado o la capacidad del cable. Aun así, se estima que sobrepasará los 1000 km de longitud, transformándose en uno de los interconectores más extensos del planeta. La conexión permitirá el transporte de electricidad entre Irlanda y España por debajo del Atlántico.
De esta manera, se facilita la exportación de excedentes renovables del sur de Europa y el abastecimiento de energía estable a Irlanda. País que busca disminuir su dependencia de los combustibles fósiles y de las interconexiones con Reino Unido.
Conexión entre España e Irlanda por la energía, un pacto estratégico
La Comisión Europea ha apoyado públicamente la necesidad de hacer crecer las interconexiones transfronterizas. En la actualidad, Irlanda conserva una limitada conexión eléctrica con el Viejo Continente, sobre todo por medio del Celtic Interconnector con Francia.
Bajo este marco, la nueva conexión con España representa un pacto estratégico. Un camino óptimo y sólido hacia la red eléctrica buscada. Desde su lugar, España sigue avanzando en su rol de potencia exportadora de energía limpia.
Respecto a costes, el valor estimado del proyecto podría llegar a varios miles de millones de euros, aunque se estima una financiación mixta con fondos europeos, inversión privada y diferentes aportaciones de los gobiernos implicados.
Exportar el excedente energético a otros países del norte de Europa (con producción renovable irregular) solidifica el lugar de España dentro del mercado energético de la Unión Europea. España transformará fotones y viento en energía para enviarla a más de 1000 kilómetros de distancia. Un proyecto tan apasionante y llamativo como el que podría ser el Santo Grial de la energía.
			
			















